El alma matinal ensayo

Acercándonos al espíritu de Mariátegui, una interpretación de

“El alma matinal y otra estaciones del hombre de hoy”

(Ensayo)

El tiempo post-bélico ha colmado de nuevas emociones a la humanidad. La doctrina no se sustrae de la sensación contemporánea, pero es el sentimiento, el espíritu lo que diferencia a los hombres de nuestra época. Ése es el gran conflicto quedesafiamos y que tratadistas pragmáticos y empíricos maestros de la cultura pre-bélica positivista, no pueden ya descubrir y aun solucionar. Los revolucionarios hasta entonces, poseían sus ánimos aletargados, sus almas desprovistas de toda actitud ardorosa y vehemente. La violencia era valorizada con temor y aversión. Y es que, la Europa, escenario de grandes conmociones sociales y parteros de lahistoria atravesaba por una decadencia conformista y un vacío espiritual; el aburrimiento abatía las almas de los hombres, los quijotismos estaban de más.

El estremecimiento morboso y tenso reclama y pide guerra. La generación de la frivolidad había tocado un techo y exigía reavivar los espíritus muertos. La conmoción y los nuevos cultos sacudieron a los revolucionarios, como a losreaccionarios. La nueva mística y al afán acometedor se expresó del bando socialista con la Revolución Rusa, del otro lado desfilaban las camisas victoriosas del fascismo en Italia. Ahora la valorización de la violencia y la guerra era distinta. La nueva emoción rechazaba antiguos prejuicios, la pretensión del progreso y el miedo a la violencia, o mejor dicho de abrir nuevos cauces a través deempresas heroicas representaba una extraña ansía y ambición ingenua para la nueva época. La Revolución dejaba atrás formas parlamentarias sindicalistas, la acción legal y burocrática cedió a la beligerancia revolucionaria y la acción directa de las masas. La burguesía encrespada toma partido por la reacción fascista. Vivir peligrosamente rezaba un relicario alemán. Las fórmulas desfiladas noconcebían las nuevas intuiciones humanas. Y es que, el alma humana, la civilización, su expresión material, tiene una necesidad de fe, la necesidad de un mito que mueva a vivir a los hombres vivir peligrosamente.

La esperanza que llenaría ese yo profundo, debía de conducir histórica y fecundamente al hombre. Su concepción por naturaleza metafísica, una vez reencontrada, iluminarían lospasos, que en la historia lo hacen sólo los hombres con una creencia superior. El Mito, faro guía que sobrellevaría la esperanza del nuevo hombre y representaría su voluntad de creer, no es intuida por la civilización burguesa. Ésta ya no tiene mito alguno. Ha caído en el escepticismo, en el nihilismo, su “alma desencantada” está nutrida de incredulidad y su trastorno la convierte en una fuerzaretrógrada, desempolvadora de viejos idearios renacentistas, que no entrañan en el nuevo orden. En tanto, los portadores del “alma encantada”, forjadores de la nueva civilización han descubierto la esperanza y religión que hace de su movimiento sea firme y vehemente. El proletariado se afirma en la revolución social. Lo incontenible de su fuerza radica “en su fe, en su pasión, en su voluntad. Es unafuerza religiosa, mística, espiritual. Es la fuerza del Mito. La emoción revolucionaria, como escribí en un artículo sobre Gandhi, es una emoción religiosa. Los motivos religiosos se han desplazado del cielo a la tierra. No son divinos son sociales.“1

La emoción gruñona del escepticismo concede una significación artificial a la nueva ilusión. Las multitudes de la época libransu lucha definitiva y final. La realidad concreta le plantea creer en un carácter definitivo a las sicologías del presente. “El hombre llega para partir de nuevo.”2 Atravesará nuevas tempestades y porvenires, los mitos serán superados, pero el fermento de hoy en el mundo es la revolución del proletariado. “Sin un mito los hombres no pueden vivir fecundamente.”3 La ley del mito irradia en la...