el atroz

Argentina, argentinos, argentum… de aquel descubrimiento inmerecido que atentó con borrar siglos de historia nativa, emergió el nombre que sedujo la mirada europea. Tierra de la «plata» por extensión de todo lo relacionado con el «Río da Plata» como fuera denominado este gran estuario por los exploradores portugueses y españoles. Otro mito más que nunca encontró su correlato a excepción del CerroRico de Potosí, en Bolivia.

Sin el preciado metal, las riquezas argentinas fueron sus propias tierras. «El granero del mundo», fue la «chapa» que durante muchos años y en función del perfil agroexportador ostentamos; perfil que por otra parte hoy ve decaer su impronta en manos del socio mayor del Mercosur de una manera tragicómica. «Brasil: granero del mundo (con inclusión social)», fue elslogan que eligió el país vecino tan sólo hace unos días en el marco del Congreso de Maizar en Buenos Aires y que a todas luces respalda los pronósticos de la presidenta DilmaRousseff para el 2013.

Curiosidades de una Argentina que sabe de éxitos pero también de fracasos y que, como el Ave Fénix, muere una y otra vez para resurgir de sus cenizas, con toda su gloria.

Hechos de una Nación que, enuna búsqueda deliberada por la identidad, creyó encontrar en las cepas europeas el ADN de nuestra genética. «Civilización o barbarie» había antepuesto el maestro de los maestros en una expresión dialéctica que dejó sin margen al gran legado de los pueblos originarios y cuya cosmovisión ¿se intenta recuperar?

A propósito del 25 de mayo, fecha clave en el calendario que recuerda elestablecimiento de la Primera Junta de Gobierno, ante la invasión francesa de España que depuso al rey Fernando VII. Una «revolución» que desde el principio sembró dudas sobre los objetivos que se proponía, e implantó las dicotomías que hasta hoy caracterizan nuestra sociedad. La ocasión invita a analizar ¿qué es el «ser» argentino?, en un intento por poner sobre la mesa el crisol de respuestas, ese«cocoliche» que invariablemente surge de las mixturas que caracterizan a nuestro pueblo.



Contradicciones por doquier
reflexiones_el_atroz_encanto_de_ser_argentinos_1«¿Cómo puede ser atroz el encanto?», se pregunta el escritor Marcos Aguinis, al mismo tiempo que se consuela: «Pues en algo así -contradictoria, masoquista, atormentada- se ha convertido la condición argentina. Nos emociona ser argentinosy también sufrimos por ello. Nos gusta ¡pero qué difícil que es! (…) Suspiramos, maldecimos, protestamos, analizamos… y no obstante, seguimos queriendo a este país terrible».

Tan indescriptibles parece que somos, que el «nobel» economista Paul Samuelson no pudo «encajar» al Estado más austral del mundo en sus categorías. «Están los países capitalistas, los de la órbita socialista y los del muyheterogéneo Tercer Mundo; pero eso no es suficiente, porque en realidad son cinco los sistemas: hay dos países más a tener en cuenta de forma separada: Japón y Argentina. ¿Por qué? Y, porque no calzan en ninguna sistematización. Son tan peculiares y tan impredecibles que deben ser ubicados aparte».

Desazón que la opulencia despierta, en la «época de las vacas gordas», junto a la envidia de losforáneos. El cómico mexicano Cantinflas lo sintetizó brutalmente en su frase «la Argentina está compuesta por millones de habitantes que quieren hundirla, pero no lo logran». Algo parecido a lo dicho por Albert Einstein, en oportunidad de una fugaz visita: «¿Cómo puede progresar un país tan desorganizado?».

Entre tanta negatividad, «a Neruda le hubiera convenido ser argentino» volcaba en susartículos el periodista chileno Andrés Benítez. A sus ídolos se los venera en la cresta de la ola, al mismo tiempo que se les perdona todo en su decadencia. El Che, Gardel, Maradona… Messi, Francisco, Favaloro, Mafalda, son «alimentos para el alma», del autoestima nacional.

«La calle más larga / el río más ancho / las `minas´ más lindas del mundo… /el dulce de leche / el gran colectivo /...