El Bien que se Desea


El bien que se desea - Introducción
Santo Tomás, en el art. 2 de la q. I del De veritate, habla de la circularidad del conocimiento y de la voluntad: “la conclusión de cualquier movimiento está en su término. El movimiento de la facultad del conocimiento se termina en el alma. Pues, es necesario que la cosa conocida exista en el sujeto cognoscente, mientras que por el contrario, elmovimiento de la facultad que desea se termina en la cosa. Por eso el Filósofo en De anima libro III, admite cierto circulo de los actos del alma. La cosa que existe fuera del alma mueve la inteligencia, mientras que la cosa comprendida mueve el deseo y el deseo se termina al llegar a la cosa de la cual partió el movimiento. Ahora bien, dado que el bien1 expresa una relación con el deseo, y que loverdadero se relaciona con el intelecto. Aristóteles, afirma, en la Metafísica VI, que el bien y el mal están en las cosas, pero que lo verdadero y lo falso están en el alma”2.
El ente verdadero se presenta al espíritu de manera que pueda ser comprendido por él. Su afirmación hace eco espiritualmente a su donación originaria, que nosotros llamamos su bondad. El trabajo de construcción del conceptoresponde a la donación del ens al espíritu. Sin embargo los elementos conceptuales no son suficientes para producir las proposiciones unificadas de nuestros juicios.
Plotino dice en su frase que “pensar es moverse hacia el bien y desearlo”. Esto se debe a que el conocimiento no se acaba con la sola presencia del ente al espíritu bajo la forma de conceptos mentales y estructuras gramaticales (puessolo conoceríamos construcciones para nosotros y no al ente en sí), sino que pensar es reconocer el ente en su unidad trascendente, lo cual implica un acto nuevo, el consentimiento del ente como bien deseable hacia el cual ir adhiriéndonos a él en sus diferencias, como aliquid, siempre más deseable.
A lo largo del “capítulo 15, El Bien que se Desea”, Paul Gilbert, desarrolla 3 (tres) puntos.
1.El bien y el deseo (Diferencia entre el significado de deseo y necesidad).
2. El mundo, tú y yo (La realidad del mundo adviene gracias a los encuentros de los deseos personales).
3. La diferencia sexual (La realidad del mundo adviene de manera singular gracias a los encuentros que asumen las diferencias propias de los cuerpos sexuados).
A lo largo de estos puntos, va a demostrar el papel quejuegan la voluntad y la libertad para comprender el ens en plenitud. La voluntad y la libertad ejercen la potencia del intellectus, no reabsorbiendo sus horizontes en la uniformidad de una abstracción, sino adhiriéndose a la diferencia de aquello que las atrae.





1. El bien y el deseo
Antes que nada, conviene marcar la diferencia entre el bien deseado, y la bondad que se da.

Lo bueno yel bien, si están unidos, forman una alianza, entre la res que se presenta ad aliud (bueno) y, por otra este aliud que tiende hacia la res deseada (bien). Esta alianza relaciona dos éxtasis, el del ente que se presenta al espíritu (la bondad) y el del espíritu que tiende hacia el ente (el bien).

Están mutuamente abiertos el uno hacia el otro en el medio que llamamos esse commune (acto común detodos los entes que no se ejerce fuera de ellos).
Para entender correctamente el bien, conviene distinguir nuestras dos tendencias que son de dos géneros, la necesidad y el deseo. La necesidad nace de una ausencia. Tiende a las cosas buscando lo que la colmará, no conoce alteridad: devora y se suprime cuando se satisface. Mostrándose de esta forma, no como una actividad de apertura y de éxtasis,sino de cierre y de agotamiento. Destruyendo aquello hacia lo que tiende, destruye su propia realidad dinámica. La supresión de su ser es sin embargo provisional.
Según Ricoeur

La necesidad es un afecto activo; es una indigencia que ligada a un impulso, tiende hacia aquello que la satisfará.
La necesidad no es una sensación, que traduzca una carencia orgánica y que siga a una reacción...