El Cajon

“La distracción”


La inspiración de este trabajo me vino gracias a la clase que tuvimos sobre la presencia (o mejor decir la ausencia) de la mujer como artista en la historia del arte. Es curioso (¿triste?) que hasta el siglo XVI cuando Artemisia Gentileschi entra en La Escuela De Diseño en Florencia, parece que nuestra función en la facultad del arte se limitaba al ser musas y modelos delos artistas-hombres.
Empecé a investigar y en realidad hasta finales del 1960 la presencia femenina en la historia del arte en todo el mundo fue muy callada e ignorada. Unas pocas mujeres incluso alcanzaron renombre internacional y una buena posición económica y social durante su tiempo y, sin embargo, la historia del arte las condenó al olvido durante siglos.
Sus nombres no aparecen en lasenciclopedias y sus obras no encuentran su noble lugar en los museos…
¿Es el arte de la mujer ínfimo? ¿Es de menor calidad, menos innovador o menos inventivo y por eso permanece en los almacenes de los museos hasta hoy en día? ¿O el hecho de guardarla, aunque sea en los sótanos, manifiesta que no fuera tan trivial y deficiente?
¿Por qué no nos cuesta citar los nombres de los grandes artistashombres y resulta tan difícil mencionar las artistas-mujeres?
La respuesta más fácil es que las mujeres no hemos sido artistas porque siempre hemos tenido cosas “más adecuadas” que hacer, más apropiadas para nuestra clasificación social. A lo mejor fue así y a lo mejor es así hoy también, pero viendo los ejemplos contemporáneos podemos análogamente adivinar que durante siglos las mujeres supieronconciliar las expectativas de la sociedad con sus ambiciones personales y además con éxito como Judith Leyester.
Tuve la suerte de ver una exhibición en mi país de mujeres artistas polacas del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, “La distracción”.
El título aparentemente banal y sin importancia en el contexto de las artistas presentadas tiene otro fondo, más irónico…

En la primerasala su sito especial ocupaba un pequeño cuadro de una chica, de Olga Boznañska. La estamos mirando pero ella no nos mira. La mirada nuestra y suya no se cruza. Al lado podemos leer: “Nunca me miras desde el sitio que yo te estoy viendo a ti”.
Olga Boznanska

Era la esencia de toda la exhibición, la importancia de la mirada para el arte, para la presentación de la identidad del modelo y parael espectador finalmente. La manera de ver y percibir es el fundamento de la relación el espectador-cuadro, el artista-modelo.
Llama la atención el cuadro de Karolina Grabowska, “Bretona”. Una joven tendiendo la ropa, haciendo el trabajo de una esclava pero totalmente absorbida en ello. La cuerda con ropa es el elemento que separa el espacio de la joven, metafóricamente el que separa el mundo demujeres anónimas cuidando las casas con el resto de la sociedad a donde ellas no tienen acceso.
Karolina Grabowska “Bretona”

Otro cuadro que llama la atención es de Anna Belinska “En la costa del mar”. La autora estudio en Paris, mientras que sus compañeros artistas optaban todavía por sitios más tradicionales como Múnich.
Una mujer con el niño, seguramente su hijo, sentados con la espaldahacia al espectador, el niño mirando al mar y su madre mirándole a él. El cuerpo de la madre protege al pequeño, es una forma de frontera entre el espectador y el hijo. En este cuadro, parece tan artísticamente correcto y pintado en el espíritu realista, fascina la interpretación del vínculo que hay entre la madre y el niño. No encontramos esa sensibilidad en otros cuadros pintados por hombres desu época, ya que sus lienzos son calles, bares y lugares donde “mujeres decentes” no deberían de estar.
Anna Bilinska “En la costa del mar”

Intriga un cuadro “Delante el espejo”, de Irena Luczynska-Szymanowska, tanto su forma como el metáfora que lleva escondida. En el primer plano una mujer joven peinada por otra en una habitación. En el segundo plano silueta de un hombre sentado con la...