El Desarrollo Del Criterio Como Eje De La Formación Permanente Del Profesorado

Rostro y corazón: el desarrollo del criterio como eje de la formación permanente del profesorado a través de organismos no gubernamentales.
Ámbito temático: Políticas educativas para la formación permanente del profesorado.

Mtro. Rolando Elizondo Arreola
*Benemértia Escuela Normal de Coahuila

RESUMEN
Esta ponencia insta a consolidar proyectos civiles, no gubernamentales, de formaciónpermanente del profesorado, basados en la necesidad del desarrollo del criterio, es decir, de la reflexión subjetiva del quehacer docente desde un punto de vista plenamente local, personal. Se expone la coyuntura social actual en la que el mercantilismo y el consumismo de ideas y paradigmas educativos inhiben la creatividad y la producción pedagógica basada en el contexto inmediato de los maestros.---





Un hombre maduro:
corazón firme como la piedra,
corazón resistente como el tronco de un árbol;
rostro sabio,
dueño de un rostro y un corazón,
hábil y comprensivo.
Hace sabios los rostros ajenos,
hace a los otros tomar una cara,
los hace desarrollarla.
Pone un espejo delante de los otros,
los hace cuerdos y cuidadosos,
hace que en ellos aparezca una cara…

El conceptonáhuatl de la educación, descrito poéticamente en estos fragmentos recogidos por Sahagún y explicados por Miguel León-Portilla, nos permite evidenciar los alcances que la vocación magisterial alcanzaba en tiempos prehispánicos. La unidad del conocimiento se manifestaba en la cotidianidad. El motivo de la educación no consistía en retacar de información a los alumnos, sino en convertirlos en sabios.Es precisamente la sabiduría lo que está en juego en nuestros días. La sabiduría, pero no entendida esta como un cúmulo de conocimientos, sino como una amalgama de habilidades para la interpretación de información, una especie de sentido común avanzado en el que entran en juego actitudes, habilidades y conocimientos que son guiados por el análisis crítico y reflexivo hacia un fin práctico, puessin la utilidad práctica, la sabiduría se convierte en charlatanería.

Los maestros antes de la Internet, antes de la televisión, antes de la era moderna de los medios de comunicación eran la figura fundamental que otorgaba sabiduría a los seres humanos. El maestro era un sabio pues no era un especialista. El maestro era un sabio pues utilizaba todos los medios a su alcance, toda la tecnologíadisponible, para lograr sus objetivos. El maestro era un sabio porque establecía sus objetivos.

Sabiduría es, lamentablemente, un término gastado. La sociedad actual valora la complejidad por encima de la efectividad, la cantidad por encima de la utilidad, y la movilidad por encima de la certidumbre. El concepto náhuatl de la educación tenía como objetivo fundamental el hacer a la gentedescubrir su rostro y su corazón:

Pone un espejo delante de los otros,
los hace cuerdos y cuidadosos,
hace que en ellos aparezca una cara…

Un rostro, una actitud, un centro de gravedad. La educación que pone delante de nosotros un espejo es una educación que fomenta la crítica reflexiva, y no la plena y muda aceptación de los paradigmas, de los objetivos, de la información que fluye cuesta abajodesde las oficinas gubernamentales.

La sabiduría, mencioné antes, es un concepto gastado. Lo gastaron quienes arroparon con ella sus intrincadas soberbias intelectuales.

Para hablar de esa sabiduría prefiero usar el término criterio. Desarrollar el rostro de las personas significa enseñar el criterio, la habilidad máxima que amalgama todos los conocimientos, las habilidades y las actitudesen torno a un objetivo práctico.

El criterio hace a los corazones fuertes como el tronco de un árbol y firmes como una roca. Criterio significa leer entre líneas, establecer prioridades, actuar con independencia en el mundo. Y sin embargo, en México hay una crisis de criterio, porque desde niños se nos dicta qué pensar, qué comprar, qué creer y, claro, a los maestros también se nos ha...