El Diario Secreto De Ana Bolena

EL DIARIO SECRETO DE ANA BOLENA

Isabel I
A sus 25 años Isabel Tudor (Isabel I de Inglaterra) era menos testaruda que temeraria. Tanto el Consejo como el 1º Secretario de Estado y William Cecil, su Consejero personal, tenían ante sí un arduo y tenaz trabajo entre la administración y el abatimiento de su nueva y joven reina.
Esta, pese a su juventud poseía un ingenio agudo y su graninteligencia y facilidad al hablar seis lenguas con la misma fluidez que la propia, producían una atracción igual a la que ejercía su padre Enrique VIII a lo largo de su vida tan controvertida.

Sir William Cecil
Como en toda dinastía, la misión primordial era su continuidad y para esto era imprescindible la elección más conveniente para ello. En ese trance se debatía William Cecil y su Consejo alpresentar a su joven reina los candidatos óptimos para concretar esa alianza. Varios eran los postulados: Federico de Suecia, al que Isabel catalogó como “mentecato sueco” pese a los atributos que poseía de rico y generoso en extremo. Intentaron pues presionarla con el rey de Francia quien acababa de robarles Calais único puerto que le quedaba a la corona británica en el continente, motivo que adujopara descartarlo de la lista. Por último Felipe II, rey de España, recientemente viudo de su hermana María de Estuardo, tan devoto y tan católico como lo había sido María, también éste fue defenestrado por la reina.
Así pues Isabel I volvió a enfrentarse a sus consejeros aduciendo si los pretendientes ingleses no eran de su agrado y que un asunto tan serio como este no podría tomarse a laligera. Bien sabido era en la corte sus devaneos con su palafrenero Robert Dudley, un noble arrogante (pero casado) a quien la reina prodigaba toda su atención impidiendo así las posibilidades de llegar a un matrimonio honorable tanto dentro como fuera del reino y en contra de todos los consejeros reales. Tanto Kat Ashley , su haya de la infancia, de quien Isabel acostumbraba a recibir consejos yapoyo, en esta decisión no dejaba de rogarle que entrase en razón al igual que sus súbditos quienes le presentaban peticiones a diario por la preservación de su honor y buena marcha del reino. Cecil en su fuero íntimo trataba de ahuyentar de su mente que Isabel pudiera tomar una estrategia para casarse con Dudley o peor aún que repitiese ciertas tendencias de su madre Ana Bolena.

ISABEL IROBERT DUDLEY
Isabel y Robert Dudley mantuvieron una relación amorosa llena de complejidades, siendo el pabellón de caza real, uno de sus sitios predilectos, lejos del castillo y donde Dudley se entregaba de cuerpo y alma al cortejo de la reina. Esta sin embargo pese a la fogosidad de ambos, siempre lograba contenerlo a último momento, dejando bien claro que “ella era la reina y él su súbdito”.Hacía tan sólo 3 meses que Isabel I había sido coronada reina. Robert había sido a su vez su amigo del alma desde su infancia. Una vez investida reina, el leal afecto de Dudley se transformó en fervor vehemente. Nunca desaprovechaba Isabel la oportunidad en momentos de entrega de recordarle a Robert su condición de casado, recriminándole con cuanta facilidad olvidaría a su esposa si ellaaceptaba casarse con él. Este comprendió su error al hablar con tanta ligereza de su matrimonio. Mientras Isabel le refería la larga lista de pretendientes entre reyes, príncipes, emperadores que poseía como para pensar en casarse con él, éste le respondía que seguramente entre sus súbditos habría alguien capaz de darle un heredero al trono de Inglaterra. Nuevamente esto suscitó en Isabel una cóleraunida a una mirada incendiaria ya que ponía de manifiesto no la primacía del “amor” sino de la descendencia del linaje.
Esto le recordó a Isabel su ascensión al trono como un horrible camino sembrado de muertes. Acudieron a su mente como 5 años atrás bajaba por una lúgubre escalera en la Torre de Londres donde se hallaba prisionera por su hermanastra María Estuardo, entonces reina, de conspirar...