El Diente De Oro

EL DIENTE DE ORO
Había una vez un negro llamado Anselmo, él vivía con sus vecinos y familiares allá donde cantan y colorean la tarde las golondrinas y guacamayas, donde la hoja cae al rio y la montaña tiene aroma a café, una tarde de esas veraneras Anselmo zarpa en su canoa rumbo allá donde canta el pescado, donde las viejas reciben sus arrugas y el oro hace brillar las agallas, no del pescadono, agallas de aquellos que tienen el cuello blanco como el nevado del Ruíz y el poder como el caimán que espanta los chigüiros en el bello atardecer del llano, con el vuelo hermoso del Gonzalo su canoa surca el agua vestida de marrón claro, las matas de chontaduro colorean y visten de gala la rivera como si fuera aquel arco iris que plasma la golondrina en el cielo cuando vuela con todo el caminarde las aguas y el chapoteo incansable del remo aquel viejo negro de piel tostada por el amarillo sol, pierde un diente que se hunde como las nutrias que juegan con las espinas del pescado allá en las ciénagas del sinú cuenta un negro pescador pantalón mocho, piel arrugada y quemada que Anselmo cuando su vientre se sumergió como barraquete el calina, aquel negro soltó una lagrima clara como elcielo de Cartagena, esa lagrima como su diente en la turbulenta agua que arrastra troncos y hojas secas, como el ganado atrae las garzas y a los pájaros garrapateros por allá en el Caribe; aquel negro lloraba y lloraba su diente montado en su canoa agua abajo seguía remando, ya no a buscar pescados si no a buscar la plata q le traen ellos en las fauces de su atarraya que se abre como maíz lanzadoen palma de manos para las gallinas allá en el bajo cauca. Allí va el negro en su canoa, el mismo que pierde su diente cantaba una con el pelo blanco a la orilla del río cuando el negro en su hambriento viaje de pez y lagrimas por su desfigurada dentadura y situación donde no faltaba un diente sino ganas de sobrevivir en un lugar donde no existen los lujos sino la complacencia de levantarse cadamañana y ver los niños patear una bola de trapos, con el estomago no solo lleno de alegrías sino también con el ánimo de volar en paz, como vuelan los cóndores allá en los andes, que bella es mi tierra cantaban los loros en las palmas, cuando el negro habría su atarraya a la lodosa agua que impregnaba las plumas que dejan las garzas y los patos en el agua cuando alzan su literal vuelo con envergadurapoética, vuelos inspiradores como el saludo con dulzura de agua panela que lanzan a la brisa suave los viejos del aburra cada mañana cuando estos pintan sus sueños como el negro pescador que despierta al río con su tolda de plumas; que tristeza el viejo remando su canoa, viendo el cielo de los venados, viendo la paloma que se espanta con el vuelo rapaz de un gavilán. El negro canta y llora a lavez no solo porque no ha pescado nada sino porque los sentimientos que dibuja la tarde lo hacen pintar con su remo las rancherías los prados y los valles que transmiten a su espíritu la creencia de nacer y vivir en la tierra donde el indio se oculta en la sierra donde el negro recoge oro en el río y la selva nace en la arena de la playa, de todo esto hablaba el viejo negro, así mismo el desatentadoAnselmo viajando en su canoa todavía cantando y remando por sus sueños, el agua y el río lo llevaban más adentro, allá por donde el árbol muere y hace un puente en el río. Tan profundos son sus sueños y ansias de pescar. Tan profundos como pro donde pasa el ganado en el fango y la hoja se pierde en el charco que deja su degastada pesuña por los arroyos y pantanos de la mojana y las riveras delcauca; esta es mi tierra así canto yo, gritaba y lloraba el negro en su viaje de pesca. Tan lejos iba el pobre negro en su viaje de pesca que lo agarro la noche, los mosquitos picaban y picaban su casposo cuero, el negro miro hacia el cielo y no vio la osa mayor sino a su osezno, de aquí el negro alza el vuelo en su canoa como los gallinazos que comen de aquel perro que murió allá donde...