el divino

arguemnto del imperio del consumismo

Opino que es algo demagógico y un poco tendencioso, y que se ha dedicado muy desfasado.
Parece que se ha anclado en clichés y en tópicos de los años 60, yque no ha progresado ni ha matizado y detallado sus tesis de entonces, no las ha desarrollado.
Pretende incitar la autocompasión y escándalo de la mayoría de los lectores, sin presentar propuestas quesirvan para estimular la acción hacia un mejoramiento de Iberoamérica, sin hacer una propuesta que signifique exclusivamente involucrar el juego revanchista de culpables y víctimas, sino que conlleveuna acción tanto económica, política o social latinoamericana responsable.
Precisamente en cuanto al consumo se obsesiona en la "división internacional del trabajo", donde unos países, según sustesis, se especializan en ganar y otros en perder. Esta visión simplificadora arropa a una serie de relaciones causales que son incorrectas para explicar los fenómenos económicos, y que contienen masemoción y deseos que hechos contrastados. El autor Manuel Ayau aclara que "En una economía de mercado, (en que los
intercambios son voluntarios por definición) no se puede hacer fortuna a costa deotros, sino sólo ofreciéndoles a los demás una mejor opción; es decir, haciéndolos más ricos, o lo que es lo mismo, menos pobres".
Galeano pretende desacreditar la división del trabajo sugiriendo que enel intercambio entre Iberoamérica y los países desarrollados, esa zona del mundo siempre termina perdiendo y por si fuera poco, está "especializada en perder". Desea demostrar Galeano que los paísescolonizados han resultado desfavorecidos por el intercambio que inevitablemente hace perder a unos y ganar a otros. Pero en realidad no existió un "intercambio" en el Nuevo Mundo, ni realmente una"división del trabajo" como propone Galeano. Cuando los españoles llegaron a América no hubo una "economía de mercado", los españoles no competían con otros individuos por permanecer en el mercado. Los...