El divorcio

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| Introducción. |
Los cambios en nuestra cultura en esta actualidad sonenormes. En nuestra imaginación conviven imágenes a veces muy contradictorias: la ilusión de eternidad y el ser felices para siempre junto a la necesidad de estar con alguien por el miedo a la soledad ; lafugacidad de las pasiones y la búsqueda de la felicidad absoluta. Se ha perdido la seguridad de antaño en las relaciones amorosas. Aún cuando fuera sostenida por pilares no afectivos. El divorcio ennuestra culturano es más que el reflejo de todos estos cambios.Históricamente, el matrimonio no es lo que era. El amor se ha transformado en el requisito fundamental para contemplar la unión; antes,otros valoreseran considerados los fundamentales para sostener el matrimonio: mandatos sociales, intereses económicos, acatamiento de reglas, etc. Hoy, el amor se ha transformado en la base de la unión,y su ausencia puede legitimar el fin de la misma.Acostumbrados como estamos acostumbrados en nuestra sociedad a convivir con é divorcio l, casi no reflexionamos acerca de sus implicancias y, sobretodo, de sus acerca de sus eefectos.El divorcio es resultado de un proceso más largo y complejo que aquel que lo determina legalmente. Es un proceso que remueve estructuralmente a quienes lo padecen. Setrata de volver a armarse después de una gran tormentaque arrasó con las estructuras, con las construcciones conjuntas, con lo realizado y dolorosamente, con los proyectos comunes.No se trata de unacrisis pasajera, sino de una experiencia que deja huellas indelebles en quienes se ven atravesados por él.Una familia es capaz de sobrevivir, pero debe modificarse para ello; reacomodarse a nuevasformas de vivir, tornar la experienciaen una fuente -por su inevitabilidad- de aprendizajes acerca de sí mismo y de los otros involucrados, pueden ser buenas maneras de encontrarsentidos positivos para...