El Espejo De Emilio Carballido
de Emilio Carballido
*
PERSONAJES
ELLA
ÊL
ALGUIEN
Sugerencia de rècamara. Un saco en una silla colgado. Él está en un sillón, languideciendo, envuelto en un cobertor. Entra ELLA. Trae un abrigo puesto, carga una maleta.
ELLA: (Al público.) Somos las víctimas eternas de los hombres, esa es la verdad. Se
nos engaña siempre, se nos miente. Senos maltrata en las más diversas formas.
Una sale de viaje, y al volver a su hogar puede tener muy dolorosas sorpresas.
Por ejemplo, puede ocurrir esto. (Sale un momento, vuelve a entrar, muy
decidida ya, y muy furiosa.)
ÊL, la ve, con ojos de moribundo. ELLA lo fulmina con la mirada,
suelta lamaleta.
ÈL: (Desfallecido.) Mi vida, ya volviste.
ELLA: Sí. ¿Te sorprende?
ÈL: Hace ya una semana te esperaba. He estado muy enfermo. ¿Por qué tardaste tanto?
ELLA: No trates de cambiar el tema. ¿Dime quién es esa mujer que tienes aquí en la
casa?
ELLA: La acabo de ver cruzar, desbordando lujuria por los poros. De la sala corrió a la
cocina cuando mevio.
ÈL: Ah, es la criada que nos consiguieron.
ELLA: Criada, ¿no? ¿Y pretendes que lo crea?
ÈL: Pero si tiene más de 70 años.
ELLA: A ti siempre te han gustado las
Mujeres maduras. (Se queda oyendo. Va de
puntitas al otro lado. ) Y estoy oyendo que acá también… (Sale un momento,
exclamación.) Esto me faltaba. (Vuelve.) ¡Otra! ¡Otra! Unamujer de blanco,
aficionada a las drogas. Estaba preparando una jeringa.
ÊL: ¡Pero si es la enfermera!
ELLA: ¡Todos los vicios en esta casa, todos! Mira que cara tienes. Se nota bien lo que
has hecho mientras no estuve.
Suena un claxon afuera.
ÊL: Te estoy diciendo que tuve tifoidea. ¡Tengo todavía!
ELLA: ( Recoge la maleta.) Te doy una semanade plazo para deshacerte de tus
Concubinas y volver a la vida normal. Si yo vuelvo, y tú sigues en esta vida,
habrá sido el fin de todo. (Suena el claxon, ELLA empieza a irse.)
ÊL: ¿Pero a dónde vas?
ELLA: Me regreso a Acapulco. Por fortuna, no se había ido el coche de mis amigos.
(Sale.)
ÊL: ¡Te juro que soy inocente! (Sale casiarrastrándose, tras ella.)
ELLA vuelve. Sin maletas, sin abrigo, elegantísima y llena de joyas.
ELLA: Somos víctimas. Esto puede pasarle a cualquiera. Aunque hay otras mil cosas
que sufrimos. La gente tiende a pensar mal de nosotras, no sé por qué. Nadie tan
mal pensado como los hombres. Una recibe a un señor para conversar,
Y nos
aterramos de ver llegar al marido y nos explicamos con torpeza, y algo
perfectamente lógico y cierto, suena a mentira. Ahora, por ejemplo, yo no tendría
nada que ocultar. Recibí una visita, un señor que se encuentra aquí con la mayor
corrección. Salió un momento, porque se mancho de anchoas el pantalón. (Saca
una charolita con doscopas y bocadillos. La coloca en una mesita.) Pero mi
esposo es un ogro, tiene un genio infernal y violento, jamás oye razones, y lo más
inocente le parece culpable. Por fortuna, salió de viaje. (Va hacia el baño.)
Deja la mancha en paz y ven a tomar una copa. Me chocan los hombres tan
cuidadosos. (Ruido afuera, portazo. Ella se aterra.) ¡No salgas, no te muevas!
¡Está llegando mi marido! ¡Escóndete donde puedas! ¡Envuélvete en la cortina
de la regadera!
ELLA corre por la habitación, como loca. Toma al fin algo que parece un
libro, lo abre, lee. Entra ÊL, con la maleta en la mano.
ÊL: Amorcito, se descompuso el avión y tuvimos que...
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