El Estado, La Guerra Y La Paz

El Estado, la guerra y la paz
Por Eduardo Posada Carbó*
"En los años venideros lo que importa no es tanto el estado del sistema
internacional - como sostienen los enfoques tradicionales de la política
internacional y de la guerra -, sino el estado del Estado". Con esta proposición
el profesor Kalevi J. Holsti concluye su reflexivo estudio The State, War, and the
State of War (CambridgeUniversity Press, 1999). Su punto de partida es un
hecho comprobado: desde 1945, las guerras clásicas entre Estados han sido
reemplazadas por los conflictos que se libran dentro de los Estados. Las guerras
internas, sin embargo, afectan seriamente la seguridad entre los Estados. Así lo
que en principio sería apenas un problema doméstico adquiere de inmediato
una dimensión internacional. Más aún,según Holsti, el problema de la política
internacional de hoy y de mañana es esencialmente un problema de política
doméstica: la fuente del problema se encuentra en la naturaleza de los "nuevos
Estados".
El mismo sentido de la proposición de Holsti indica la relevancia de su trabajo
para países que, como Colombia, sufren los destructivos efectos de las guerras
internas. Pero el lectorinteresado en el caso colombiano que se asome al libro
de Holsti debería advertir desde el comienzo que algunos supuestos
orientadores de su trabajo no se ajustan estrictamente a la experiencia
colombiana. Ante todo, Holsti tiene en mente los Estados que surgieron con el
proceso de descolonización a medidados del siglo XX, o tras la desintegración
del imperio soviético. De allí el calificativo de"nuevos". También tiene en
mente los serios problemas de muchos de dichos Estados frente a la existencia
de diversas comunidades con aspiraciones nacionalistas. Algunos de los
conflictos que se suceden hoy en el Africa podrían ser comparables, es cierto, a
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las dificultades de organización nacional que sobrevinieron a la separación de
España en 1819. Y los colombianos seguimos debatiendonuestro porvenir
como "nación". Son problemas, sin embargo, histórica y sustancialmente
distintos. Al querer apreciar la eventual relevancia del trabajo de Holsti es por
lo tanto importante no perder de vista que muchas de sus generalizaciones no
podrían ser aplicadas a Colombia.
Con todo, su preocupación central es de enorme interés y actualidad y debería
motivar mayores reflexiones. SegúnHolsti, la principal y hasta exclusiva
explicación de las guerras internas actuales reside en "los conflictos sobre la
naturaleza de las comunidades y en el proceso y problemas de construcción del
Estado". En la debilidad de los Estados se encontraría la raíz de las guerra
desde 1945. La fortaleza del Estado no se define por su capacidad militar, sino
por su eficacia y legitimidad - la variablerealmente crítica. Holsti distingue los
dos criterios que definen la legitimidad: el "vertical" - las reglas que atan a
gobernantes y gobernados -, y el "horizontal" - las actitudes y prácticas con que
se identifican individuos y grupos dentro de un mismo Estado. Los bajos
niveles o la ausencia de tales principios de legitimidad serían los componentes
estructurales de la debilidad estatal. Lalegitimidad va además acompañada de
otro aspecto del "contrato implícito" entre gobernantes y gobernados: el Estado y
sus instituciones deben proveer seguridad, garantizar el imperio de la ley y
niveles razonables de orden: es decir, "el Estado debe ser internamente
soberano". (En este punto, Holsti anota que Colombia - país al que sólo dedica
dos referencias - no pasa el examen porque "loscarteles de la droga sistemática
y efectivamente violan las leyes y tienen los medios para resistir los intentos de
aplicación de la ley").
Los Estados fuertes también se distinguirían de los Estados débiles por la
diversa forma como entienden la política. En los Estados fuertes la política ha
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pasado a ser más que todo "instrumental". Allí la política pierde
apasionamiento; el conflicto...