el estudio

La crisis forestal
Es un hecho que Nicaragua sufre unos de los índices más altos de deforestación en el mundo. De continuar así las cosas en 30 años habremos perdido lo que aún queda de nuestros bosques.
La tala de la caoba y otras especies de alto valor legalizada por funcionarios corruptos y madereros inescrupulosos ha causado mucho daño y debe combatirse enérgicamente. Sin embargo, aunqueha sido muy destacada en los medios de comunicación, la tala de la coba es sólo un pequeño componente del problema que enfrentamos. Los árboles que se convierten en bienes de uso humano representan apenas una pequeña proporción de los que se botan cada año, un millón de metros cúbicos de madera o aproximadamente un 5% del total. Los que se cortan para leña representan una cantidad cuatro vecessuperior, unos 4 millones de metros cúbicos al año o un 20% . Mientras que los árboles que tumban los campesinos para la agricultura de subsistencia, representan un volumen mucho mayor, los otros 15 millones del total de 20 millones de metros cúbicos que se bota anualmente en el país, es decir el 75% del total.
Impulsados por el hambre, los campesinos tumban y queman anualmente al menos 100,000hectáreas de bosques para la siembra de subsistencia que terminan convirtiéndose en pastos. De la gran mayoría de esos árboles al final solamente vemos el humo de las quemas que en marzo y abril se acumula densamente en la atmósfera hasta impedir en ciertos días la navegación aérea. Las cámaras difícilmente pueden documentar ese fenómeno de destrucción masiva de nuestros bosques en toda su dimensión.La tala ilegal, el corte indiscriminado de leña y la tumba y quema masivas de árboles producto de la expansión de la agricultura y la ganadería son fenómenos de diferentes magnitudes, que ejercen en forma combinada una gran presión destructiva sobre nuestros bosques. Ante la debilidad de la institución reguladora el Instituto Nacional Forestal, el efecto destructivo crece peligrosamente.
El paístuvo una gran oportunidad de comenzar a trabajar seriamente para resolver esta compleja problemática al aprobarse en agosto del 2003 la Ley Forestal 462, que fue el producto de una discusión de años, resultando una ley bastante completa y balanceada, con algunos vacíos subsanables.
Increíblemente al Instituto Forestal no se le dio presupuesto para 2004, lo que exacerbó sus debilidades. El aumentode la ilegalidad y del abuso condujeron a un crecimiento sin precedentes de las exportaciones de madera aserrada, muchas veces de origen ilegal, “blanqueada” en los aserrìos, que luego salía documentada y rodando por las fronteras. Las exportaciones totales de madera aserrada se duplicaron entre 2003 y 2005, pasando de 13.1 millones a 27.6 millones de pies tablares, y las de pino hacia ElSalvador y Honduras fueron las que más crecieron.



Las políticas de veda
En lugar de buscar las soluciones adecuadas, se comenzó entonces a dar palos de ciego. Las municipalidades decretaron sus propias moratorias. El Decreto de Emergencia suspendió en mayo todas las actividades forestales, y la Asamblea aprobó una Ley de Veda producto de la fusión precipitada de varios proyectos contradictoriospoco fundamentados técnicamente.
El gobierno solicitó su opinión sobre los proyectos de veda al Doctor Ronnie de Camino, autoridad reconocida y gran conocedor de nuestra problemática forestal, quien respondió que intentar resolver esa problemática por medio de una veda “es como tratar de apagar un fuego echándole gasolina”. La figura no podía ser más ilustrativa. Con una veda los bosques pierdenvalor para sus dueños, quienes lógicamente buscan otros usos parra esos suelos; o simplemente dejan de cuidar los bosques con los cual terminan siendo fácil presa de los incendios y las plagas, particularmente los bosques de pino. La historia reciente está llena de experiencias que demuestran hasta la saciedad (Brasil, Bolivia, Republica Dominicana y Guatemala entre otros) que al tratar de parar...