El lazarillo de tormes
Presentación
De el Lazarillo de Tormes aparecieron simultáneamente tres ediciones en 1554, durante mucho tiempo su autor fue desconocido, hoy continúa la polémica pues algunos estudiosos lo atribuyen a Alonso de Valdés, quien fuera secretario del emperador Carlos V, pero otros estudiosos no lo reconocen. Independientemente de quién haya sido su autorel Lazarillo de Tormes fue una obra muy popular en su momento y la posterioridad la ha reconocido como una obra maestra de su género, la novela picaresca.
Como obra escrita en el siglo XVI, pertenece ya al Renacimiento, período histórico identificado por poner como centro de sus preocupaciones al ser humano en oposición al teocentrismo de la Edad Media; también se estudia la Antigüedadclásica: Grecia y Roma, su arte, sus textos, su idioma, dos razones por las que se identifica como humanismo a la filosofía en que se fundamenta la visión del mundo del Renacimiento.
La situación histórica y social, los cambios económicos y los avances científicos también contribuyeron al cambio histórico conocido como Renacimiento. En particular, en el ámbito de la literatura aparece una formanarrativa a través de la cual se expresa de manera idónea la nueva condición humana, esa forma o género literario es la novela, Se escribe novela pastoril, de asunto amoroso en ambientes idílicos; novela de caballerías, cuyo protagonista es un caballero andante, prototipo del heroísmo y la fidelidad amorosa, en lucha contra el mal, representado por extraños y fabulosos personajes a quienes el caballerosiempre vence; la novela picaresca, cuenta la vida de un personaje vagabundo, sin oficio ni beneficio, que vive al margen de la sociedad, sin participar de sus convenciones ni de sus leyes, este personaje se conoce como pícaro.
Para saber más sobre la novela picaresca visita la siguiente dirección:
http://roble.cnice.mecd.es/~msanto1/lengua/1picaro.htm
Lazarillo de Tormes (Tratado segundo)Cómo Lázaro se asentó con un clérigo y de las cosas que con él pasó.
Otro día, no pareciéndome estar allí seguro, fui¬me a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados con un clérigo que, llegando a pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí, como era verdad. Que, aun¬que maltratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del ciego, y una de ellas fueésta. Final¬mente, el clérigo me recibió por suyo.
Escapé del trueno y di en el relámpago. Por¬que era el ciego para con éste un Alejandro Mag¬no, con ser la misma avaricia, como he contado. No digo más sino que toda la laceria del mundo estaba encerrada en éste. No sé si de su cosecha era o lo había anexado con el hábito de clerecía.
Eltenía un arcaz viejo y cerrado con su lla¬ve, la cual traíaatada con una agujeta del paleto¬que. Y en viniendo el bodigo de la iglesia, por su mano era luego allí lanzado y tornada a cerrar el arca. Y en toda la casa no había ninguna cosa de comer, como suele estar en otras: algún tocino colgado al humero, algún queso puesto en alguna tabla o en el, algún canastillo con algu¬nos pedazos de pan que de la mesa sobran. Que me parece a mí que, aunque deello no me aprove-chara, con la vista de ello me consolara.
Solamente había una horca de cebollas, y tras la llave de una cámara en lo alto de la casa. De éstas tenía yo de ración una para cuatro días, y cuando le pedía la llave para ir por ella, si al¬guno estaba presente, echaba mano al falsopeto y con gran continencia la desataba y me la daba, diciendo:
-Toma y vuélvela luego y no hagas sinogo¬losinar.
Como si debajo de ella estuvieran todas las conservas de Valencia, con no haber en la dicha cámara, como dije, maldita la otra cosa que las cebollas colgadas de un clavo. Las cuales él tenía tan bien por cuenta que, si por malos de mis pe¬cados me desmandara a más de mi tasa, me cos¬tara caro.
Finalmente, yo me finaba de hambre. Pues, ya que conmigo tenía poca caridad,...
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