El malestar de la cultura

Páginas: 120 (29807 palabras) Publicado: 7 de septiembre de 2014
Sigmund FREUD (1930a)
El malestar en la cultura. (1930 [1929])
(Das Unbehagen in der Kultur)1

(Traducción, presentación y notas de Juan Bauzá)


Presentación

Malestar en la cultura o en la civilización, fue escrito durante las vacaciones de verano de 1929 en Berchtesgaden, y cierra la trilogía que Freud había empezado con La cuestión del análisis profano en 1926 y proseguida con Elporvenir de una ilusión en 1927, esta última respondida por el pastor Pfister en su obra La ilusión de un porvenir2. A nuestro entender conviene leer estas obras conjuntamente.
El Malestar en este sentido es también una respuesta a Pfister, psicoanalista colega y amigo de Freud -se conserva una interesante Correspondencia entre ambos. Pero explícitamente es, por otra parte, la respuesta a otroamigo, Romain Rolland, con el que también se conserva una interesante correspondencia. Freud efectivamente reafirma en su obra, sin ambigüedad, que, a sus ojos, el sentimiento religioso tiene un origen terrenal y anclado en necesidades inconscientes de la psicología individual.
Después de esta profesión renovada de ateismo, Freud se lanza a una síntesis audaz que pone en perspectiva el equilibrioprecario que presenta el ser humano en una civilización aparentemente construida para protegerlo, y que paradójicamente amenaza cada vez más con destruirlo, agregaríamos de nuestra parte, que no sólo físicamente sino anímicamente, negándolo cada vez más como sujeto y convirtiéndolo en pieza homogeneizada de una maquinaria de producción y consumo al servicio del capitalismo global que gobierna elmundo. Pero para Freud este equilibrio amenazado no es otro que el que se juega en el conflicto fundamental entre lo que llamará pulsión de vida y pulsión de muerte, Eros y Tanatos, desde su Más allá del principio del placer. La civilización en efecto restringe la libre expresión de las pulsiones sexuales y agresivas de los individuos para que la sociedad sea sostenible y sus miembros no acabendestruyéndose mutuamente entre sí. Pero, ¿Dónde empieza y dónde termina la permisividad social y quién o quienes determinan las leyes que pretenden regular el goce de sus miembros? El hecho es que las prohibiciones y las prescripciones sociales supuestamente necesarias para preservar un equilibrio social sostenible entran en conflicto con sus miembros tomados de manera individual o grupal, querebelándose, ruidosa o sordamente, pueden adoptar conductas destructivas hacia una sociedad que les niega una existencia compatible con una vida digna de ser vivida.
Ese conflicto entre individuo, grupo de individuos y civilización tiene su contrapartida en el conflicto que se juega en el seno del psiquismo de cada persona: se trata del conflicto entre las exigencias del superyó –al que en la adultez seteme desde dentro, por así decirlo, como se temía en la época infantil a la autoridad exterior- y el yo que representa los intereses del individuo. Para Freud el sentimiento de culpa inconsciente que resulta de este conflicto asimismo inconsciente está en el origen del “malestar en la civilización”. Da cuenta de la precariedad de la existencia y de la condición humana, librada a las incertidumbresdel conflicto entre pulsión de vida y de muerte que lo habita, así como al contraste entre sus propias ilusiones y el mundo real.
Ciertamente el Malestar podría leerse en clave de expresión del pesimismo de Freud en la última etapa de su vida: la marca de la Primera Guerra mundial, los duelos en su familia, la defección de muchos de sus mejores discípulos, la senda oficialista que estaba tomandoel propio movimiento psicoanalítico, la lucha cotidiana contra el cáncer, la crisis del modelo occidental y europeo y el ascenso del nazismo, serían argumentos suficientes, y se considera a menudo esta obra como una suerte de testamento sociológico sombrío pero lúcido, en donde Freud se interroga acerca del futuro de la humanidad cuya tecnociencia le permite no sólo gozar de una mayor calidad...
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