El matadero - Echeverría
Por Seymour Menton
“El matadero”, uno de los primeros cuentos hispanoamericanos, es una verdadera obra de arte. A pesar de haber sido escrito enplena época romántica por el propagador del romanticismo en América y sobre el tema romántico de la lucha contra la tiranía, este cuento no es exclusivamente romántico. Mientras su espíritu mordaz y suanticlericalismo lo ligan al enciclopedismo del siglo XVIII, sus descripciones minuciosas, sus detalles obscenos, sus cuadros multisensoriales y su diálogo anónimo lleno de formas dialectales anunciandesde lejos los futuros movimientos literarios del realismo, del naturalismo, del modernismo y del criollismo. Lo que sí lo identifica con el romanticismo es el tono exaltado.
Aunque larepresentación de una dictadura sanguinolenta por un matadero parece bastante obvia, el cuento se eleva por encima de otras obras antirrosistas por la articulación ingeniosa de un relato dinámico con unaintroducción intelectual. En el primer párrafo, Echeverría adopta una actitud volteriana para introducir el tema de la carne en cuaresma y para indicar la complicidad de la Iglesia en los sufrimientos delpueblo argentino. Inmediatamente después establece los nexos entre la Iglesia, el matadero y el Gobierno. La descripción de los aguaceros, que parece una desviación en el cuento, hace eco de la primeraoración y sirve de entrada a la descripción del hambre que asolaba la ciudad.
Una vez en el matadero, el cuento cobra más vida porque el autor se limita a narrar con exactitud la acción de una solaescena. Las condiciones generales de la tiranía llegan a precisarse en la matanza de las reses. El nombre de la mujer difunta de Rosas, doña Encarnación, aunque es histórico, refuerza la insistencia enlo carnal. Los federales son representados por la chusma que actúa como un solo personaje. El croquis del matadero coloca al lector dentro del “circo romano”. Asiste a la matanza de los animales...
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