el mejor amigo

Un mañana la vieja rata de agua saco la cabeza por su agujero. Tenía unos ojos redondosmuy vivarachos y unos tupidos bigotes grises, su cola parecía un largo elástico negro. Unos patitosnadaban en el estanque, semejantes a una bandada de canarios amarillos y su madre toda blanca conpatas rojas se esforzaba en enseñarles a hundir la cabeza en el agua. No podréis ir nunca ala buena sociedad si no aprende a meter la cabeza. Y les enseñaba de nuevo como tenían que hacerlo, pero lospatitos no prestaban ninguna atención a sus lecciones, eran tan jóvenes que nosabían las ventajas que reportaba la vida en sociedad.

“Que criaturas más desobedientes. Merecían ahogarseverdaderamente” – exclamo la rata de agua –.
“¡Ay! Ni lo quiera Dios” – Repicola pata –.
“Todo requiere su aprendizaje y nunca es bastante la paciencia de los padres” – Dijo la pata –.
“¡Ay! No tengo la menoridea de los sentimientos paternos, no soy padre defamilia, jamás me he casado y ni he pensado nunca en hacerlo, indudablemente el amor es una buena cosa, a su manera. Pero la noble amistad vale más,le aseguro que no conozco en el mundo nadamas o nada más raro que una fiel amistad” – Dijo la rata de agua –.
“Y dígame, se lo ruego. ¿Que idea se forma usted de un amigo fiel?” – Pregunto unpardillo verde que había escuchado laconversación posado sobre un sauce retorcido -.
“Sí, eso es precisamente lo que quisiera yo saber” – Dijo la pata inhalando hacia el extremo del estanque, hundió sucabeza en el estanquepara dar buen ejemplo a sus hijos.
“Necia pregunta. Como es natural entiendo por amigo fiel a lo que demuestra fidelidad” – Dijo la rata de agua -.
“A ver, y ¿Que hará ustedparacorresponder?” – Dijo la avecilla columpiándose sobre una ramita plateada y agitando las alitas-.
“No le comprendo a usted” – Respondió la Rata de agua.
“Permítame que le cuente una historia