El mil usos
A lo largo de su periplo chilango el pobre hombre se ve en la necesidad de entrarle a lo que le caigay vive una serie de aventuras que van de lo gracioso y grotesco hasta lo más violento para llegar a un final con cierta moralina donde Tránsito decideregresar a su tierra.
Desde que llega a la ciudad Tránsito está condenado al fracaso, su candor y su ignorancia lo meten en problemas y a final de cuentas esabusado y vilipendiado por todo mundo. Hasta los que están en el punto más bajo de la fauna urbana ven al campesino como un “indio patas de polvorón”.Técnicamente la película es malísima: una edición muy gacha, el sonido es pésimo y con la fotografía dan ganas de llorar. Lo que la salva es el guión y laactuación de Héctor Suárez, quien encarna al pobre campesino de una forma magistral; desde el “voyvengo” que dice a manera de despedida a su familia del pueblo(yo hasta la fecha lo sigo diciendo) hasta cuando deja la ciudad y se despide con una mentada de madre multitudinaria a la mancha urbana.
Al verlarecuerdo que a pesar del lado cómico de la actuación de Suárez, se sentía una desesperación, un factor angustiante y terrible de ver retratada esa realidad; lapelícula a pesar de su máscara de comedia es una tragedia que retrata a la conflictiva y agresiva Ciudad de México de una forma cruda y descarnada.
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