El Mio Cid Como Personaje Respaldado Por Dios
Ruy Díaz de Vivar, vasallo de Alfonso VI, es desterrado por gracia de sus enemigos malos. Los primeros versos conservados del Cantar de Mio Cid nosmuestran a un Rodrigo casi desamparado ante la obligación de abandonar su tierra y sus bienes; abatido y resignado al castigo que le fue impuesto avanza y “de los sos oios tan fuertemientre llorando /tornava la cabeça e estávalos catando.” A pesar de todo, nuestro Cid no pierde la fe: “¡Grado a ti, Señor, Pare que estás en alto!”
El desarrollo de Ruy Díaz como personaje está vinculado a su piedad, alas señales que recibe de Dios, al empeño que pone en sus res gestae con el fin de agraciarse frente al Señor y frente al Rey. Si bien al principio de su destierro el Cid parece titubeante, insegurode lo que hará, después de recibir el mensaje divino anunciado por el arcángel Gabriel su valentía y decisión incrementan notablemente; el personaje pasa de ser víctima de los malos a planificar sureivindicación ante Alfonso.
A partir de esa visita angélica que se le hace en sueños, Ruy comienza a actuar pertinazmente de modo que pueda recuperar el favor del rey y, además, todas sus heredades.Así, nada de lo que hace Rodrigo Díaz de Vivar es desinteresado, pues cada hazaña tiene una consecuencia necesariamente favorable para nuestro personaje, aunque parezca lo contrario al principio.Como ejemplo de lo anterior tenemos las bodas de Elvira y Sol. Los infantes de Carrión las abandonan y pareciera que la desgracia persigue al Cid y a su familia; sin embargo, al final las cosas searreglan, y no sólo eso, sino que resultan aun mejor de lo que se esperaba. El Cid, como buen piadoso, en el momento en el que recibe a sus hijas después de que Álvar Fáñez las encuentra moribundas, ruega aDios de esta manera: “Plega al Criador, que en çielo está, / que vos vea meior casadas d’aquí en adelant” y, como si a Dios le placiera lo que al Cid, efectivamente se cumple el ruego de éste; una...
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