El mundo mítico de la antropofagia

El autor señala al comienzo de este apartado que la literatura ha dado al canibalismo el carácter de elemento cultural universal, pero no le da crédito a todas las descripciones hechas por laliteratura pues ésta no contribuye positivamente a la compresión de otras culturas y mucho menos de la cuestión de la antropofagia. De esta manera el autor se dispone a analizar los estudios mejordocumentados sobre sociedades denominadas caníbales, pues parte del supuesto de que “la mejor manera de enfrentar un conjunto de imágenes popular (sic) es demostrar la debilidad de la mejor evidencia posible”.Arens parte del hecho que todas las culturas, subculturas, religiones, sectas sociedades secretas y diversos grupos de organización humana han sido catalogadas como antropofágicas por otros: “Elfenómeno universal es la idea de “otros” como caníbales, no el canibalismo. La pregunta no es por qué la gente come carne humana, sino por qué cada grupo invariablemente supone que los demás lo hacen. Elproblema pasa a ser la explicación de un aspecto singular de un sistema de pensamiento general, antes que una costumbre observable.” Y es precisamente a partir de esta reflexión que se podría hacerun aporte positivo en la evaluación de las evidencias sobre canibalismo, y más importante aún, a la comprensión de la imaginación y la cultura humanas.
El autor se encarga de analizar varios casosdonde la acusación de un grupo hacia otro como caníbales es una constante, pero sin nunca haber una evidencia consistente más allá de las palabras o de la preferencia por cierto grupo de parte delinvestigador. De esta forma se demuestra como una idea particular logra tal aceptabilidad que llega a formar parte del conocimiento común general en nuestra cultura, pudiéndose difundir muy fácilmente laidea del otro como caníbal arrebatándoles instantáneamente el carácter de humanidad y ubicándolos en la categoría animal, pues el comer carne humana marca automáticamente a un individuo o grupo...