El niño de la rosa

El niño de la rosa.

En un lejano reino donde la luz de las estrellas o se hallaban sin esfuerzo inhumano vivió un niño conocido como el niño de la rosa, siempre traía una flor consigo, no siempre son rosas, pueden ser lirios, amapolas o claveles siempre rojas, a él le gusta llamarlas rosas aunque no lo sean, pero para él lo son, porque él es el niño de la rosa.
Nació de una montañita de hojassecas que cayeron hace muchos años en otoño debajo de un árbol gigantesco de manzanas a punto de perder su color. Creció alimentándose de suspiros de enamorados o lágrimas de abandonados. Se resguardo bajo el techo de los ancianos moribundos con el corazón noble. Y se divertía viendo a los otros niños jugar mientras él contaba las sonrisas que llegaban a tener durante un rato de juego.
Desde sus4 años empezó a llevar una flor roja con él a todo los lugares a los que iba, y le quitaba un pétalo por cada persona con tristeza verdadera que viera, cada día al finalizar su jornada de observación por todo el reino, contaba cuantos pétalos había arrancado y al día siguiente intentaba ayudar el mismo número de personas que antes habían sufrido, dándoles tips o un abrazo para curar la soledad yasí sucesivamente hasta la víspera de su decimocuarto cumpleaños que llegó una carta firmada por alguien que él no reconoció, ojeada un poco la carta decía algo así:
“Niño de la rosa, cada pétalo que cae simboliza tu cercanía a la muerte y cada flor en tu jardín la esperanza de ayudar a enmendar tu corazón. Si quieres salvarte de tu inminente caída debes seguir haciendo lo que haces, los pétaloscaerán día a día con cada tristeza que sientan pero no los arrancarás tú, el destino se encargará de ello, debes hacer una buena acción por cada pétalo pero el día en qué vayas a reemplazar la flor por otra de tu inmenso jardín y no halles ninguna entre todas las bien distribuidas plantas de color rojo, es el anuncio de tu muerte, no te podrás salvar de esto pero si quieres llevar tu alma al cielodebes dormir debajo del árbol donde naciste, allí quedará tu cuerpo sembrado en forma de brisa otoñal y tu alma se irá al paraíso.”
El niño de la rosa tomo esto como un juego, él sabía que su jardín iba a florecer por muchísimo tiempo más, no había de que preocuparse por ahora.
Haciendo su recorrido usual vio el rostro de una joven que adolecía tanto que ni siquiera él pudo soportarlo, se acercómientras un pétalo de su rosa en forma de clavel caía, La niña tenía el cabello más oscuro que hubiese visto jamás, unos ojos color café chocolate y piel pálida con algo de rubor en las mejillas, se veía frágil, casi de porcelana, parecía un muñeco demasiado bello como para ser tocado, sus ojos hinchados demostraban que había llorado un largo rato, un impulso hizo que el niño de la rosa quisieraacompañarla, se sentó en el espacio sobrante de la banca donde se encontraba la niña e impulsivamente le agarro la mano, la niña sorprendida tuvo el impulso de echar a correr, pero para sorpresa hasta de ella misma, no lo hizo, el contacto con aquel niño moreno y algo alto, con algo de vello en el rostro que demostraban su corta edad, vestido de bluyines y camisa demasiado ancha la hacía sentirprotegida, no hizo nada más que contener la respiración y esperar a que aquella persona iniciara una conversación, pasaron varios minutos así, en silencio, solo escuchando la respiración y los latidos del otro. Finalmente el niño de la rosa fue el primero en hablar.
-¿Te encuentras bien?- Dijo él.
-La buena compañía me ha calmado, gracias. Mi nombre es Bast ¿y el tuyo?-Contesto con un atisbo denerviosismo en su voz
-No tengo nombre, pero me puedes decir Niño de la rosa, así me llaman todos.
-¡Vaya! Que apodo tan extraño, supongo que me acostumbraré a él, ¿no es así? Niño de la rosa.
Y Así fue el primer encuentro de las dos almas destinadas por el hilo rojo que colgaba invisiblemente de sus meñiques, una punta en el dedo de uno y la otra en el de una, los unió siempre la certeza de que...