El nuevo capitalismo, el nuevo aislamiento
Páginas: 13 (3135 palabras)
Publicado: 17 de mayo de 2011
EL NUEVO CAPITALISMO, EL NUEVO AISLAMIENTO Richard Sennett
Richard Sennett es sociólogo y profesor de la London School of Economics. Sennett ha trabajado asuntos como la influencia de las ciudades en la vida de los hombres y la ausencia de equilibrio entre la esfera pública y privada en la vida cotidiana y sus repercusiones en la sexualidad. Centra su mayor crítica al capitalismo enlas transformaciones en las formas organizativas de la producción y el trabajo, que han generado un desorden vital en las personas, arrojadas a la inestabilidad y la incertidumbre. Entre sus obras podemos destacar La Corrosión del carácter (Ed. Anagrama, 2003)
Una ciudad flexible de desconocidos
El movimiento de individuos hacia la ciudad se producía hace un tiempo en busca del anonimato, dela diversidad y de la libertad de encuentros. La ciudad era, además, el lugar de la lucha y la solidaridad colectivas. Actualmente, de la misma manera que el lugar de trabajo se ve afectado por el nuevo sistema de trabajo flexible, la ciudad también corre el riesgo de alterar su carácter a medida que los negocios y la arquitectura se estandarizan y se vuelven impersonales.
Una ciudad puedeestar mal gestionada, tener un elevado índice de criminalidad, estar sucia y en decadencia. Y, sin embargo, se sigue creyendo que vale la pena vivir en ellas, incluso en la peores. ¿Por qué? Porque las ciudades tienen el potencial de convertirnos en seres humanos más complejos. La ciudad es el lugar en el que el individuo aprende a convivir con el desconocido y entre en contacto con experiencias eintereses de formas de vida poco familiares. La igualdad anula la mente; la diversidad la estimula y la ayuda a crecer.
La ciudad permite que el sujeto desarrolle un sentido más complejo de sí mismo. No se es tan sólo banquero o barrendero, afrocaribeño o anglosajón, angloparlante o castellanoparlante, burgúes o proletario: se puede ser alguna de estas cosas o todas a la vez. No se está sujetoa un esquema de identidad fijo. Un sujeto puede desarrollar múltiples imágenes de sí mismo, alterándola en función de dónde y con quién se encuentre. Este es el poder de diferenciarse: la libertad de la definición y la identificación arbitrarias.
La escritora Willa Cather vivía en un pequeño pueblo norteamericano atenazada por el miedo a que se descubriese su lesbianismo. Cuando llegó albarrio neoyorquino de Greenwich Village, en 1906, le escribió a un amigo: “Por fin, en este lugar indescifrable, puedo respirar”. Es posible que los habitantes de la ciudad lleven una máscara inexpresiva cuando se encuentran en público, puede que en la calle actúen de forma fría e indiferente con los demás; pero, en privado, pueden sentirse estimulados por esos extraños contactos, sus certezas puedenser cuestionadas por la presencia de los demás.
Estas virtudes no son inevitables. Uno de los temas principales de la vida urbana es cómo lograr que interactúen las complejidades que contiene una ciudad -de forma que los individuos se vuelven verdaderamente cosmopolitas- y cómo convertir las calles abarrotadas en lugares de autoconocimiento, no de miedo. El filósofo francés Emmanuel Levináshabla de la “buena vecindad de los desconocidos”, una frase que refleja la aspiración que debía subyacer al proyecto de la ciudad.
Los arquitectos y los urbanistas se enfrentan a una situación nueva. La globalización ha transformado la producción, permite un trabajo más flexible que altera asímismo la experiencia de la ciudad.
En el siglo XIX, el sociólogo alemás Max Weber comparó la modernaorganización mercantil a la organización militar. Ambas funcionaban bajo el principio de la pirámide, con el general o el director en el vértice y los soldados o los trabajadores en la base. Esta división del trabajo minimizaba la duplicación, ya que a cada grupo de trabajadores en la base se le otorgaba una función específica. De esta manera, el ejecutivo corporativo podía determinar cómo...
Richard Sennett es sociólogo y profesor de la London School of Economics. Sennett ha trabajado asuntos como la influencia de las ciudades en la vida de los hombres y la ausencia de equilibrio entre la esfera pública y privada en la vida cotidiana y sus repercusiones en la sexualidad. Centra su mayor crítica al capitalismo enlas transformaciones en las formas organizativas de la producción y el trabajo, que han generado un desorden vital en las personas, arrojadas a la inestabilidad y la incertidumbre. Entre sus obras podemos destacar La Corrosión del carácter (Ed. Anagrama, 2003)
Una ciudad flexible de desconocidos
El movimiento de individuos hacia la ciudad se producía hace un tiempo en busca del anonimato, dela diversidad y de la libertad de encuentros. La ciudad era, además, el lugar de la lucha y la solidaridad colectivas. Actualmente, de la misma manera que el lugar de trabajo se ve afectado por el nuevo sistema de trabajo flexible, la ciudad también corre el riesgo de alterar su carácter a medida que los negocios y la arquitectura se estandarizan y se vuelven impersonales.
Una ciudad puedeestar mal gestionada, tener un elevado índice de criminalidad, estar sucia y en decadencia. Y, sin embargo, se sigue creyendo que vale la pena vivir en ellas, incluso en la peores. ¿Por qué? Porque las ciudades tienen el potencial de convertirnos en seres humanos más complejos. La ciudad es el lugar en el que el individuo aprende a convivir con el desconocido y entre en contacto con experiencias eintereses de formas de vida poco familiares. La igualdad anula la mente; la diversidad la estimula y la ayuda a crecer.
La ciudad permite que el sujeto desarrolle un sentido más complejo de sí mismo. No se es tan sólo banquero o barrendero, afrocaribeño o anglosajón, angloparlante o castellanoparlante, burgúes o proletario: se puede ser alguna de estas cosas o todas a la vez. No se está sujetoa un esquema de identidad fijo. Un sujeto puede desarrollar múltiples imágenes de sí mismo, alterándola en función de dónde y con quién se encuentre. Este es el poder de diferenciarse: la libertad de la definición y la identificación arbitrarias.
La escritora Willa Cather vivía en un pequeño pueblo norteamericano atenazada por el miedo a que se descubriese su lesbianismo. Cuando llegó albarrio neoyorquino de Greenwich Village, en 1906, le escribió a un amigo: “Por fin, en este lugar indescifrable, puedo respirar”. Es posible que los habitantes de la ciudad lleven una máscara inexpresiva cuando se encuentran en público, puede que en la calle actúen de forma fría e indiferente con los demás; pero, en privado, pueden sentirse estimulados por esos extraños contactos, sus certezas puedenser cuestionadas por la presencia de los demás.
Estas virtudes no son inevitables. Uno de los temas principales de la vida urbana es cómo lograr que interactúen las complejidades que contiene una ciudad -de forma que los individuos se vuelven verdaderamente cosmopolitas- y cómo convertir las calles abarrotadas en lugares de autoconocimiento, no de miedo. El filósofo francés Emmanuel Levináshabla de la “buena vecindad de los desconocidos”, una frase que refleja la aspiración que debía subyacer al proyecto de la ciudad.
Los arquitectos y los urbanistas se enfrentan a una situación nueva. La globalización ha transformado la producción, permite un trabajo más flexible que altera asímismo la experiencia de la ciudad.
En el siglo XIX, el sociólogo alemás Max Weber comparó la modernaorganización mercantil a la organización militar. Ambas funcionaban bajo el principio de la pirámide, con el general o el director en el vértice y los soldados o los trabajadores en la base. Esta división del trabajo minimizaba la duplicación, ya que a cada grupo de trabajadores en la base se le otorgaba una función específica. De esta manera, el ejecutivo corporativo podía determinar cómo...
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