el padre pata

EL PADRE PATA
Cuando el general San Martín desembarcó en Pisco con el ejército libertador no faltaron ministros del Señor que, predicasen atrocidades contra la causa libertadora.En el curato de Chancay estaba el franciscano fray Matías Zapata que era un español, el cual después de la misa dominical, se dirigía a los feligreses exhortándolos para que semantuviesen fieles a la causa del rey. Refiriéndose al generalísimo, lo menos malo que contra él predicaba era lo siguiente:
“Carísimos hermanos: Deben saber que el nombre de esepícaro de San Martín es por sí solo una blasfemia, y está en pecado mortal todo el que lo pronuncie. ¿Llamarse San Martín ese sinvergüenza, con agravio del caritativo San Martín deTours, que dividió su capa entre los pobres? Que se conforme con llamarse Martín  y le estará bien por lo que tiene de semejante con el pérfido Martín Lutero. Deben saber, hermanos, quedeclaro excomulgado a todo el que grite ¡viva San Martín!, que es los mismo que burlarse de la santidad que Dios da a los buenos”.
No pasaron muchos domingos que el general trasladosu ejército al norte. Entre los prisioneros españoles se encontraba fray Matías Zapata que fue conducido ante el general san Martín.
-      - Con que, ¿es cierto que me hacomparado con Lutero –le dijo San Martín- y que le ha quitado una sílaba a mi apellido?
  Al infeliz le entró nervios y apenas pudo susurrar de que había cumplido órdenes de sus superiores.Añadió que estaba dispuesto a predicar devolviéndole a su señoría la sílaba quitada.
-   - No me devuelva usted nada –dijo el general- pero sepa que yo, en castigo de suinsolencia, le quito también la primera sílaba de su apellido y entienda que lo fusilo sin misericordia el día que se ocurra firmar Zapata. Desde hoy no es usted más que el padre Pata.