El pecado de eva

El pecado de Eva
Yelsy Hernández

Ella no tenía fe. El temor a lo desconocido no la detenía. Su poder de seducción (destrucción) y sus ansias de inmortalidad, le hicieron cometer los más terribles crímenes —a él, que siempre buscó el bien—. En contra de su voluntad, el santo se transmutó en demonio, y el sacerdote puro, en un pecador imperdonable… Cuando vemos al padre Hyun soportar semejanteangustia espiritual, bajo los efectos del más profundo impulso del eros, sabemos que Sed (Corea del Sur, 2009) no es una película más sobre vampiros. Su director, Park Chan-wook, no apuesta por lo fácil y manido, sino por ofrecer una historia que, más que de simples criaturas de la noche, terroríficas y oscuras, nos habla de la complejidad de la pasión y, sobre todo, de la culpa, en un filme quepeca por su extensión y redundancia, pero deleita por abordar con acierto las grandes contradicciones humanas.
En busca de respuestas ante un mundo de dolor, soledad y pesimismo, el devoto y sensible sacerdote Hyun decide someterse a un experimento científico. Su máxima aspiración —convertirse en una especie de «mártir» en beneficio de la humanidad— se ve tronchada al fallar la ciencia ante sufe: muere y, tras resucitar de entre los muertos, su realidad cambia. El sol le abrasa; es dotado de una fuerza extraordinaria y de un oído hipersensible; ya ni siquiera los olores los percibe de la misma manera y solo beber sangre cura las llagas que desfiguran su rostro.
El haber sobrevivido a la muerte convierte al padre Hyun en un santo a ojos de sus coterráneos. Sin embargo, la fama quederiva de su capacidad para aliviar dolencias, le lleva, inesperadamente, a reencontrar a un viejo amigo de la infancia, cuya esposa, Tae-ju, desatará en el sacerdote-vampiro una pasión desenfrenada. Ambos personajes inician un romance prohibido cuyas consecuencias físicas, morales y espirituales los consumirán, literalmente.
Semejante argumento ha sido asumido desde una postura claramentediferenciada con respecto a las habituales propuestas del cine de terror sobre seres maléficos y sedientos de sangre que atormentan a los vivos por el solo placer de hacer el mal. Mediante planos sobrios y detalles sutiles, el realizador nos presenta la transfiguración del protagonista, y a lo largo del filme se aplaude la ausencia de los tradicionales colmillos y las ristras de ajo, que pudieranhaber ofrecido un matiz de superficialidad a una película que, en todo momento, desea centrarse en la recreación de un drama humano, más allá de la naturaleza fantástica del tema. En algunas escenas, cuando se representan los rasgos sobrehumanos de los personajes (pensemos, por ejemplo, en la escena en que el padre Hyun rasga una moneda como si fuese una hoja de papel; o el momento en que golpea unposte eléctrico y este se dobla como un débil tallo de flor), se busca lograr una articulación entre ese elemento inverosímil y la realidad tangible, de manera que no destaque por su falsedad, sino que sea asimilado por el espectador como un elemento cotidiano, habitual, que no contradice sus límites de realidad.
Un tono místico y sombrío marca el filme, revelador de la lucha interior del padreHyun (con una excelente interpretación de Song Kang-ho), quien se debate entre su fe en Dios y en la posibilidad de alcanzar un mundo mejor, y la realidad desoladora que le rodea, colmada por el sufrimiento y la desdicha; entre sus privaciones de monje y las tentaciones de la carne. En este sentido, la fotografía y la utilización de espacios cerrados, contribuyen exitosamente a insuflar lasensación de angustia que nos provoca cada escena. Tanto en el hospital en que trabaja Hyun como en la casa de Tae-ju, la atmósfera que se recrea es claustrofóbica; asfixia por la carencia de luz, de amplitud, incluso de lógica en la articulación de los espacios: pasillos angostos, escaleras zigzagueantes, habitaciones en penumbra, callejones sin salida.
Semejante estructura espacial se equipara,...