El pinto

El Pinto






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El día había trascurrido de lo más normal.
Levantarse temprano, desayunar, ir a la escuela, era la rutina de la semana. Después, mi abuelita Tita nos cuida a mi hermano y a mí por la tarde ya que mi mama trabaja. Antes de oscurecer ella llega, nos recoge y lleva de camino a casa. Nada ha cambiado después de todo estetiempo.
A veces salgo de la rutina dibujando o pintando. Descubrí esa faceta una día y no he dejado de hacerlo desde entonces.
Me gustan las formas y colores que se generan de forma caprichosa.
Pero ese día…
El camino de regreso a casa a veces resulta algo tedioso, la música en la radio me provoca algo de sueño, el zumbido del aire en la ventana cerrada ayuda a cerrar mis ojos.
El largo camino acasa está rodeado de diversos paisajes. Por un lado una larga fila de camiones tráiler y por el otro rápidos autos que también quieren llegar a su destino. Mi mamá toma el segundo retorno y se dirige al oriente. ¡Qué cambio! ¡Grandes terrenos sin habitar con el pasto salvaje más alto del mundo! Je. Es como ese programa viejo de una casa en la pradera. Y justo ahí lo vi. Fue una fracción desegundo. Se podía confundir entre el pasto alto. Pero al moverse vi sus ojos brillantes y sus manchas. Un escalofrío recorrió mis brazos, ¿fue una ilusión acaso? Pedir parar el coche sería una tontería por algo que quizá ocurrió en mi mente. No lo sé. Al llegar a casa se me olvidará.
Ojos brillantes, manchas de todos colores me rodeaban, mientras corría hasta perderme…uf, desperté, ¡fue sólo un sueño!Más tarde, al levantarme me propuse averiguar que había sido eso, tenía que poner más atención esta vez.
El siguiente día transcurrió lento, ya quería regresar a casa.
Camiones tráiler, rápidos coches….por fin, el alto pasto….y ahí estaba…pero… ¿qué?…las manchas y los ojos brillantes brincaban y movían el pasto a su alrededor. Su altura no era mucha, creo que, tampoco muy grande, apenas, uncachorro. Mordía el pasto como si fueran rivales que lo amenazaban. Los trituraba con sus dientecillos. Bueno, era algo real. Pobrecillo, solo. Al levantar la vista vi una casa de madera. ¿Será su cachorro?
Durante la cena me preguntaba si ese perrito tendría una madre, o hermanos. Un dueño, niña o niño. ¿Cómo lo llamarían? Manchas, Pinto, Cachorro…Yo lo llamaría Pinto.
Le platiqué a mi mamásobre el cachorro y me comentó que por lo regular algunas personas no pueden alimentar o cuidar a muchos cachorros de perros o de gatos y los abandonan, a veces en lugares despoblados donde mueren de hambre o son atropellados cuando llegan a la carretera. Adoptarlo sería imposible ya que Tila nuestra perra chiwini y los gatos Félix y Robotina se pondrían celosos. Además, nuestra casa es pequeña. Pero¿y si tenía dueño? Mejor olvidar el asunto.
Los días pasaron y a veces lo veía correr entre el pasto, otras sólo recostado tomando el sol. Cuando no lo veía me imaginaba que jugaba con sus amigos, o que dormía en su casita después de comer y jugar.
Con el tiempo, Pinto se volvió un gran perro. Sus ojos brillantes y sus manchas brillaban con el sol del atardecer. Era hermoso…correteaba a lasaves que se alimentaban entre los pastos. Parecía un caballito. A veces corría a la par de nuestro coche. No nos ladraba como a otros coches, simplemente al correr nos veía. Podría decirse que nos hicimos sus amigos. Una vez nos detuvimos a darle restos de comida, no es que estuviera flaco o esquelético, simplemente queríamos verlo de cerca. Nos estacionamos por donde lo veímos descansar y ahíestaba, viendo a los coches pasar, y al notarnos tomó su postura amenazadora. ¡Pinto! ¡Pinto!...comida…le dije sin gritarle. Pero se perdió entre la hierba. Me puse triste. Quería verlo de cerca. Mi mama nos dijo que deberíamos irnos ya que se estaba haciendo de noche. Solo quería tocarlo. Otro día.
Los días pasaron. Nuestro regreso a casa no estaba completo si no veíamos a Pinto. Era como nuestra...