El plagio en el diseño y sus matices (andré ricard)
En efecto, si como parece ser, las obras humanas siguen un proceso evolutivo paralelo al de las especies vivas, todo lo que el Hombre ha ido creando a lo largo de su historia se inició con esos guijarros desportillados de la prehistoria. De allí partió el proceso evolutivo que, a lo largo de los siglos y abase de pequeñas mejoras que aporta a lo existente, nos ha llevado al inmenso bagaje de objetos y cosas de que disponemos hoy. Así, toda creación tiene un precedente del que se diferencia más o menos pero del que recibe siempre un legado, que es como el «testigo» de esa carrera de relevos que viene a ser la evolución de las cosas que el Hombre crea. Quiero señalar que aun cuando lo expuesto pudieraaplicarse también a otras áreas creativas, estas consideraciones se refieren esencialmente a la creatividad en el ámbito de los objetos útiles. De todo lo dicho podría deducirse que el plagio es legítimo como práctica creativa, pero no es así. Sin embargo me parecía necesario remarcar el hecho de que cualquier fenómeno creativo encierra forzosamente en sí mismo una referencia a algo anterior. Unareferencia que es como la espora que necesitamos para fecundar nuestra imaginación pero que hemos de lograr transfigurar en algo distinto, para que el acto pueda ser calificado como creativo. Y es en esta capacidad de «transfiguración» que reside la diferencia entre un gesto auténticamente creativo y el mero plagio.
La relación entre lo nuevo y sus antecedentes
En efecto, si es cierto que lonuevo le debe siempre algo a lo que ya existía, el nivel de relación entre ambos puede ser de muy distinto calibre según el grado de analogía que mantengan, grados que pueden ir de la simple sugerencia a la burda copia. Pueden así distinguirse varios niveles de menor a mayor grado de similitud.
En el nivel más alto y más noble de esta escala situaría la capacidad de inspirar que tienenciertas ideas y cosas ya creadas que ejercen un fuerte estimulo para nuestra propia creatividad. Estas generan una incitación creativa que nos impulsa, no ya a copiarlas, sino a superarlas. En cierto modo, esa inspiración nos embriaga y nos lleva a sentirnos dioses capaces de rebasar los límites de lo conocido y descubrir nuevos horizontes. Y es que el acto creativo puro tiene siempre la arrogancia deun acto de soberbia.
En un nivel menor situaría la recuperación para un nuevo diseño de una solución funcional de demostrada fiabilidad creada por otro. Hay así ideas que por su alto nivel de acierto pasan a ser patrimonio colectivo. Pueden entonces reutilizarse, sin reparos, donde sean necesarias. Peor sería que, para eludir tal adopción, se desarrollara un sistema nuevo pero de menor calidadfuncional. Este acto de adopción que incorpora ciertos dispositivos ajenos en una obra personal resulta un saludable acto de humildad que en nada ha de desmerecer la calidad y originalidad de conjunto de una nueva obra.
También situaría al nivel de lo permisible la copia sublimada que se halla, de hecho, a medio camino entre la creación y el plagio, pues perfecciona lo que imita hasta el...
Regístrate para leer el documento completo.