El plan vacío



El Plan Vacío

“Hoy, estar en el paro es como estar enfermo, síntoma de alguna oscura falta: debilidad, mala suerte... Si no puedo comprar no existo.” Estas palabras citadas por la novelista y poeta uruguaya Cristina Peri Rossi dejan al descubierto la filosofía silenciosa que nuestra sociedad costarricense parece ir adoptando cada vez más deprisa. “¿Qué es lo que necesita usted para serfeliz?” no sorprendería mucho saber que la mayoría de personas responderían con llegar a tener un bien material especifico en lugar de aprovechar mejor la gran fortuna que ya se posee y que trasciende a tesoros insustituibles. Bien se podría decir que este no es un fenómeno nuevo, y que a lo largo de la historia podemos contar con innumerables ejemplos de cómo las garras de la avaricia no conocende moral ni de moderación. No en vano la mayoría de los grandes líderes espirituales siempre vieron la necesidad de predicar el desprendimiento, la austeridad y el altruismo como cualidades del más refinado valor. Sin embargo, seamos honestos: la verdad es que a todos nos gusta comprar cosas y así hacer valer el esfuerzo de nuestro duro trabajo, lo cual no es en sí sino algo justo y natural. Elmeollo del asunto gira en torno a cuan realmente vitales y necesarias son aquellas cosas que compramos, y más importante aún, cuan es el precio que estamos dispuestos a pagar por ellas. En el programa de alcance mundial fundado en el 2008 por Annie Leonard “The Story of Stuff” (La historia de las cosas), se busca crear conciencia acerca del gran impacto social y ambiental que puede tener elconsumismo insaciable, un modo de vida al cual muchos les sorprenderá conocer que más allá de ser o no un asunto cultural, ha sido estratégicamente planeado, y cuyos infalibles métodos continúan hasta el día de hoy formando nuevos adeptos en sus filas.
Cuando vamos al supermercado al comprar algo de leche, arroz, frijoles, galletas y de paso un par nuevo de sandalias, imaginamos conocer bien elproceso que estos han pasado para poder llegar al alcance de nuestra mano en los muy bien ordenados pasillos. El esquema se forma siguiendo cinco sencillos pasos: extracción, producción, distribución, consumo y desecho. Pero de acuerdo con el documental, estos términos son tan solo delicados eufemismos para describir lo que realmente está aconteciendo. Nuestros bosques, minas y ríos son sacrificadosindiscriminadamente para abastecer la infinita demanda; tan solo las tres últimas décadas se han consumido un tercio de nuestros recursos naturales. Las fábricas contaminan el aire, el agua, y a sus propios obreros al no manejar adecuadamente sus desechos tóxicos, llegando al punto que ni la misma leche materna se puede considerar un alimento libre de toxinas. Muchos de los residuos y basuradesechada es enviada a países más pobres, aun y cuando el viento se encargue luego de devolvérseles el favor. Las grandes cadenas de supermercados necesitan mantener precios bajos para mantener a los clientes felices y de ese modo mantener su inventario fluyendo, así y para lograr esto se necesiten empleados con salarios desnutridos y niños abandonando las aulas para ir a trabajar a las minas en paísescomo el Congo.
Probablemente el mejor ejemplo del capitalismo luciendo sus derechos lo podemos encontrar en Estados Unidos, donde el motivar a que la gente consuma tanto como sea posible es el objetivo principal del gobierno y las grandes corporaciones, muchas de las cuales cuentan con mayor capital que naciones enteras. A muchos por esta razón no les pareció nada inesperado que cuando sucedieronlos atentados terroristas del once de setiembre, el presidente George Bush consolara a la gente mandándola a comprar. El documental se atreve incluso a decir que este país a veces pareciera que en lugar de ser una nación de madres, granjeros o maestros, su principal motor de vida es el consumir productos hasta el hastío, de los cuales al cabo de seis meses un noventa y nueve por ciento habrá...