El retorno

El retorno
Llegó a consulta con un siquiatra. El especialista hizo lo que es debido para rendir un diagnóstico al paciente, esto es, lo sentó en un diván, lo invito a relajarse, desde luego lopuso, mediante la técnica mas moderna de inducción hipnótica, en estado evidente y adecuado de sugestión para extraer de allá muy dentro del paciente la razón por la que había ido a consulta. No fue muchoel tiempo que estuvo en estado sugestivo el sujeto, pero en ese lapso, el Siquiatra obtuvo toda la información necesaria para dar el diagnóstico…
El paciente, un esmirriado sujeto de edadindefinida, ya consciente de su situación explicada por el Siquiatra aunque en un lenguaje difícil, lleno de tecnicismos y de alguna que otra “rimbombancia” le pidió al Doctor algo más directo y entendible:Le dijo, con cierto dejo de resignación, ¿Entonces Dr. Lo que yo tengo es un grave “complejo de inferioridad”? No, Sr. Pancho López, para ser estrictamente franco, usted no tiene complejo deinferioridad, No, No, usted, Sr. López es definitivamente inferior…
El Sr. López salió del consultorio siquiátrico, abordo su “vochito” que había dejado, como todo “chilango” que se precie de serlo (malestacionado en aquella calle). Se quito el saco y la camisa blanca y la corbata, y del asiento trasero jaló una ya añeja camiseta verde con el escudo del TRI, se la puso con gran parsimonia, se colocó ungorrito muy especial, risiblemente infantil (verde como la camiseta y con unas bien detalladas orejitas de ratón tierno) Exhaló un suspiro conciliador y exclamo convencido ¡Mennoti, ya estamosde regreso…
“Eso de que el arbitro… de que el Entrenador Sueco… de la bola de ineptos y convenencieros directivos delfutbol mexicano… y de que la mafia de representantes de futbolistas extranjeros (futbolistas extranjeros ya desde ahora candidatos al titulo de ratoncitos verdes por meritos propios) y las otras...