El viejo q leia historias de amor
colección andanzas
Libros de Luis Sepúlveda
en Tusquets Editores
ANDANZAS
Un viejo que leía novelas de amor
Mundo del fin del mundo
Nombre de torero
Patagonia Express
Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar
Desencuentros
LUIS SEPÚLVEDA
UN VIEJO
QUE LEÍA NOVELAS DE AMOR
1a.edición: febrero 1993
35a. edición: julio 1997© Luis Sepúlveda, 1989
Diseño de la colección: Guillemot-Navares
Reservados todos los derechos de esta edición para
Tusquets Editores, S. A. - Cesare Cantu, 8 - 08023 Barcelona
ISBN: 84-7223-655-2
Depósito legal: B. 31. 748-1997
Fotocomposición: Foinsa - Passatge Gaiolá, 13-15 - 08013 Barcelona
Impreso sobre papel Offset-F. Crudo de Leizarán, S. A. - Guipúzcoa
Liberdúplex, S. L. -Constitución, 19 - 08014 Barcelona
Impreso en España
índice
Capítulo primero.......................................................................... 8
Capítulo segundo......................................................................... 13
Capítulo tercero............................................................................ 19
Capítulocuarto............................................................................. 28
Capítulo quinto............................................................................. 34
Capítulo sexto............................................................................... 38
Capítulo séptimo.......................................................................... 44
Capítulooctavo............................................................................. 52
NOTA DEL AUTOR
Cuando esta novela era leída en Oviedo por los integrantes del jurado que pocos días más tarde le otorgaría el Premio Tigre Juan, a muchos miles de kilómetros de distancia e ignominia una banda de asesinos armados y pagados por otros criminales mayores, de los que llevan trajes bien cortados, uñas cuidadas y dicen actuar en nombre del«progreso», terminaba con la vida de uno de los más preclaros defensores de la amazonia, y una de las figuras más destacadas y consecuentes del Movimiento Ecológico Universal.
Esta novela ya nunca llegará a tus manos, Chico Mendes, querido amigo de pocas palabras y muchas acciones, pero el Premio Tigre Juan es también tuyo, y de todos los que continuarán tu camino, nuestro camino colectivo en defensade este el único mundo que tenemos.
A mi lejano amigo Miguel Tzenke,
síndico shuar de Sumbi en el alto Nangaritza
y gran defensor de la amazonia.
En una noche de narraciones desbordantes de
magia me entregó algunos detalles de su
desconocido mundo verde, los que más tarde, en
otros confines alejados del Edén ecuatorial,
me servirían para construir esta historia
Capítulo primeroEl cielo era una inflada panza de burro colgando amenazante a escasos palmos de las cabezas. El viento tibio y pegajoso barría algunas hojas sueltas y sacudía con violencia los bananos raquíticos que adornaban el frontis de la alcaldía.
Los pocos habitantes de El Idilio más un puñado de aventureros llegados de las cercanías se congregaban en el muelle, esperando turno para sentarse en elsillón portátil del doctor Rubicundo Loachamín, el dentista, que mitigaba los dolores de sus pacientes mediante una curiosa suerte de anestesia oral.
—¿Te duele? —preguntaba.
Los pacientes, aferrándose a los costados del sillón, respondían abriendo desmesuradamente los ojos y sudando a mares.
Algunos pretendían retirar de sus bocas las manos insolentes del dentista y responderle con lajusta puteada, pero sus intenciones chocaban con los brazos fuertes y con la voz autoritaria del odontólogo.
—¡Quieto, carajo! ¡Quita las manos! Ya sé que duele. ¿Y de quién es la culpa? ¿A ver? ¿Mía? ¡Del Gobierno! Métetelo bien en la mollera. El Gobierno tiene la culpa de que tengas los dientes podridos. El Gobierno es culpable de que te duela.
Los afligidos asentían entonces...
Regístrate para leer el documento completo.