Elipsis De Marte

ELIPSIS DE MARTE
Y UN TRÉBOL DE CUENTOS

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Elipsis De Marte Y Un Trébol De Cuentos
por Assur Hussein Avendaño Pastrana
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ELIPSIS DE MARTE

Por Assur Hussein Avendaño Pastrana

En la primera frase: “En la segunda frase si está la elipsis de Marte” no está la
elipsis de Marte. En la segunda frase: “En la primera frase no está la elipsis de Marte”
si está.

CAPITULO I
EL QUBIT

¡Cuéntame, oh gran Téotl, al delta de la medianoche, una mentira de sexo femenino
cuya lengua lama mioído cual amante apasionada!

¡Sedúceme, oh demonio, con tus labios rojos, con un oscuro cuento de cuna para
adultos en do menor en el cual, al menguar la luna, un beso de lengua al diablo dar!

¡Te imploro, oh ángel oscuro, deserta de tu arco y reniega de tus flechas de fuego que
lanzas al vacío sin fin y haz caso a este consejo! ¡Pierde a la rosa y gánate al jardín!

Por último teruego, oh enamorado lector, no confundir los cuáles con los cómos en el
ajedrez de las preguntas y respuestas y dilucida la solución a esta duda que me atormenta:
¿Por qué el camino del bien está lleno de piedras y la rosa de la verdad llena de espinas?

¡Estas letras malditas son la existencia de Téotl en siete fragmentos! ¡Duda! ¡Piensa!
¡Ten mucho miedo! ¡Léelas bajo tu propio riesgo!

IEl gigantesco Athanatoi despertó dentro de un extraño y resplandeciente
hexaedro blanco, donde solo existían una cama y una puerta.
-¿Dónde estoy? –se preguntó y enseguida se levantó de la cama donde yacía
acostado.
Le dolía la cabeza, así que la apretó fuertemente con sus manos.
Caminó lentamente por la figura geométrica que tenía como habitación y
acarició las suaves paredes con sus dedos.“Parecen estar hechas de unobtainium”, pensó. Luego recapacitó en sus propias
palabras y se dijo: “¿Qué demonios es el unobtainium y por qué estoy encerrado aquí?”.
-¡¿Dónde estoy?! –gritó él titán con todo su ser, sin las más mínima paciencia y
su alarido retumbo poderosamente por todo el aposento. Su eco rebotó una y otra vez
entre las paredes, hasta perder fuerza, y se extinguió.-¡Déjenme salir! –gritaba aterrado-, ¡No he hecho nada! ¡Soy sirviente del
poderoso Téotl! ¡Arrancaré y tragaré las lenguas de mis captores si no me liberan!
¡Beberé sus sangres! ¡Abran la puerta malditos!
Sus propios gritos lo empezaron a enloquecer

y empezó a jalar

esquizofrénicamente su pelo, arrancándose de raíz los cabellos del cuero cabelludo, los
cuales caían al piso con tenues rastros desangre.
-¿¡Que infierno es este!? –aulló.
Despavorido, se lanzó a golpear salvajemente las blancas paredes del hexaedro,
sin pensar en las consecuencias de tan nefasta acción y sus dedos, manos y nudillos se
quebraron al estrellarse contra el unobtainium, tiñéndolas de sangre.

En su paroxismo, el gigante iba a comenzar a rasgar su carne con sus uñas,
cuando el cuarto se oscureció y unaagradable y melódica voz femenina inundó todo el
recinto.
-¿Qué pasa Athanatoi? –preguntó la voz con ternura-, me has despertado de mi
sueño de mil años.
-¿Quién eres? –le dijo el gigante- ¿Qué hago aquí? ¿Por qué oscurecieron el
cuarto? ¡Da la cara o te mataré! ¡Te causaré dolor, mucho dolor! ¡Te torturaré!
¡Enciende la luz! ¡Rápido!
-Lo haré –dijo la voz-, pero necesito tu tranquilidad paraello.
-No me calmaré hasta ser liberado –respondió el coloso-, aparte no me da
órdenes una mujer ¿Dónde estás? ¡Te mataré, te lo aseguro! ¡Da la cara! ¡Enciende la
luz!
El cuarto volvió a iluminarse, pero no había nadie. Solo estaba él y nadie más.
Athanatoi miro con sorpresa sus manos, anteriormente destrozadas por golpear
el unobtainium, ahora estaban curadas por completo.
Sin...