Encíclicas de la doctrina social de la iglesia

ENCÍCLICAS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
RERUM NOVARUM – CENTESIMUS ANNUS

El Diablo ha sido atacado por los hombres de Dios sin reservas ni miramientos. Nunca ha habido una oportunidad, hablando ficticiamente, para que el Príncipe Oscuro hable de la misma manera que los voceros del Señor del Bien. Los agitadores del pasado han gozado de libertad para definir el "bien" y el "mal" a suacomodo, y han relegado alegremente al olvido a cualquiera que no estuviese de acuerdo con sus mentiras verbalmente y a veces, físicamente. Su decir de caridad, a los ojos de Su Infernal Majestad, no es más que una farsa vacía - y bastante injusta, teniendo en cuenta el hecho obvio que si no fuese por su adversario Satánico, sus religiones se colapsarían. Resulta triste, que el personaje alegóricoque es el mayor responsable del éxito de las religiones espirituales, sea tratado con el mínimo de compasión y el abuso más consistente hoy por quienes más untuosamente predican las reglas del juego limpio! Durante todos los siglos de insultos que ha recibido el Diablo, nunca ha contestado a sus detractores.
Anton Szandor La Vey
La Biblia Satánica

Además de esta pequeña introducción de unlibro más satírico que religioso o espiritual, también debemos recordar aquella alegoría que los mitólogos griegos dejarían a la humanidad como un legado, recordando que para ellos había dos formas de aprender, una en forma prometea, es decir antes de experiencia y otra epimetea, es decir después de la misma. Recordando además que cuando a Prometeo que estaba encadenado por los dioses se le envió unacaja el no la aceptó porque él sabía que de los dioses nada bueno podía llegarle, y fue enviado a Epimeteo, que tendría que aprender esto que ya sabía Prometeo.

Esta alegoría, aunque pareciera un tanto abigarrada, anticuada o un cuento para niños, es una advertencia, precisamente para esta supuesta “doctrina social de la iglesia”. Es decir que cual caja de pandora debemos recibir estaideología, o mejor dicho dogma católico con mucho cuidado y con tino, en palabras de Juan Montalvo.

Ambas encíclicas no pasan de ser un pasquín anti comunista, que para mala hora acogieron el color rojo, es decir el color que representa a las “brasas del infierno”, su enemigo natural.

Hablar de los dos mil años en que la iglesia convirtió este mundo occidental en una gigantesca madeja de cobardes,embusteros y llenos de culpa, no alcanzaría ni el papel, ni la memoria de la computadora en la que se está plasmando este trabajo.

Sin embargo, no debemos olvidar que esta iglesia en especial, ha estado siempre maquillando la verdad. Recordemos que no siempre fue virgen María y que sería declarada como tal en un concilio papal mucho tiempo después de lo ocurrido en la biblia. Recordemos ademásque en sus guerras de “purificación evangelizadoras” acabarían quemando la Biblioteca de Alejandría, una de las más grandes de aquel entonces y donde estaba concentrado el conocimiento de todo el mundo conocido. No olvidemos las sangrientas cruzadas, disque para recuperar tierra santa. Como tampoco olvidar los 15 siglos en los que la humanidad pasó a oscuras, y no por no haber pagado la luz, sinopor ese profundo empeño de dogmatizar y mediante la ira, el fuego de las hogueras y de la tortura sin límite, imponer el pensamiento de la doctrina del “amor y de la piedad”. En este recuento no se puede dejar mencionar sus crímenes contra personajes históricos, que solo dijeron la verdad: Giordano Bruno, Coppérnico, Galileo Galilei, Urbano Grandier y muchos otros personajes, perseguidos,torturados y asesinados vilmente.

Cómo olvidar el maltrato de la mujer en esta religión desde el principio, el genocidio, patrocinado y fomentado por sus representantes en tierras americanas a nuestros pueblos indígenas. Las quemas de libros, los pactos secretos con el régimen de Benito Mussolini, en donde la iglesia logró que se le reconozca como un Estado y se hicieron los ciegos, sordos y mudos...