Enrique ii y becket
Como su abuelo el Conquistador, Enrique II tuvo éxito e Inglaterra por su condición de extranjero. De carácter enérgico, llegó a un país que había caído en laanarquía más absoluta y actuó con firmeza hasta restablecer el orden normando. Los rebeldes no osaron resistir a un amo de tantas provincias continentales, de las que podía sacar varios ejercitos. Enrique les obligó a derruir o desmantelar las fortalezas levantas sin licencia. De nuevo fueron percibidos los impuestos y revocables los sheriffs. Como, para pagar sus campos de Aquitania y Normandía, elservicio feudal de cuarenta días no podía satisfacer al emperador angeino, lo substituyo por un tributo, el ecuage, que le permitió pagar mercenarios. Muchos nobles ingleses perdieron entonces el habito de la guerra, y remplazaron los verdaderos combates por justas y torneos. Con ingeniosos pretextos consiguieron la exención del servicio, como ciertos movilizados modernos. El noble batallador nopudo sobrevivir más que en los paises fronterizos, y será justamente en los condados palatinos, en las fronteras de Escocia y dels País de Gales, donde empezaran ya todas las grandes revueltas. Pero si su calidad de Extranjero daba a Enrique una mayor libertad de espíritu y de acción en los asuntos ingleses, el carácter heterogéneo de su Imperio era para él una debilidad. Entre Normandia,Inglaterra y Aquitania, existían sólo lazos muy superficiales. Sin duda Enrique II soñó a menudo en hacerse Rey de Francia e Inglaterra al mismo tiempo. De conseguirse esto, Inglaterra se hubiera convertido en una provincia francesa, quizá por largos siglos. Pero los hechos vencieron, como suele siempre suceder, a los deseos. Su pasión por el orden llevo al Rey a humillarse en los conflictos ingleses.Así pasó el tiempo, y con él la vida.
Al subir al trono el joven Rey extranjero, el arzobispo de Canterburry, Teobaldo, quiso tener un hombre de confianza al lado del soberano y le recomendo a uno de sus clerigos, Tomás Becket, que agradó a Enrique II, quien le hizo Canciller. Era un cargo cuya importancia crecía entonces a expensas de la del Justiciero. Becket era un hombre de treinta y ochoaños, de pura sangre normanda, hijo de un rico mercader de la City. Habia sido educado como un gentilhombre; después, tras la ruina de su familia, fue llamado por el arzobispo Teobaldo, que era del mismo pueblo de Normandia que Becket padre. Sus cualidades eran mas administrativas que sacerdotales, por lo que el arzobispo, que le estimaba, lo cedio al rey. Pronto el soberano y el Canciller fueron...
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