Ensayo de el infierno

Oscar Alfonso Obeso Trejo
A01112353
Cine, Literatura y Cultura
Análisis Cinematográfico: Sociedad y Poder
Profesor Ernesto Diezmartínez

Nada que celebrar
El Infierno (2010), de Luis Estrada, es una sátira social que retrata la situación actual de México, donde el narcotráfico y la autoridad van de la mano, así como el contrato social e igualdad entre ciudadanos se rigen por el tamaño debilletera o pistola (y en algunos casos la camioneta) de cada uno. Luis Estrada nos demuestra como, desde su punto de vista, nadie se salva de la corrupción y la complicidad a los negocios turbios.
La historia relata como después de 20 años, Benjamín, “el Benny” García (Damián Alcázar), es deportado de los Estados Unidos y regresa a su tierra para encontrar la misma miseria de la que huyó añosatrás y que ahora está en medio de una “guerra del narco”. Al ver que su hermano, el “Diablo” (Tenoch Huerta), fue asesinado por andar en malos pasos, decide quedarse a trabajar con su padrino (Salvador Sánchez) de mecánico. No tarda mucho en entrar al mundo del narcotráfico inducido por su amigo de la infancia, el “Cochiloco” (Joaquín Cossío). Pronto descubre que la vida en el narcotráfico, losnegocios sucios y delincuencia no es fácil, irónicamente no por la oposición autoritaria, sino por la pelea entre los mismos narcotraficantes, en este caso, el bando enemigo los “Panchos”.
En esta película Luis Estrada hace un intento por reflejar el narcotráfico y el crimen organizado que ocurre en México, al mismo tiempo haciendo una sátira de éste combinando la tragedia con la comedia.Convergencia que tratándose de este país, resulta ser muy efectiva. Más de una vez se lograba notar como la película de ficción estaba casi totalmente atenida a la realidad, debido a las tantas alusiones que hacía ésta a los acontecimientos que, tristemente, son el pan de cada día en la sociedad mexicana. El famoso “pozolero”, las vergonzosas referencias a la situación actual en Sinaloa (literalmentenombran a Badiraguato y Culiacán. Guamúchil la libró), el podrido sistema judicial y su total hermandad con los reyes del narco, el casi casi sistema de entrenamiento de matones oaxaqueños por parte de la fuerza militar en México, entre muchísimas otras más, son varias de las “coincidencias” que ocurren entre la ficción y la realidad.
Éste, probablemente, sea un muy cercano reflejo a la purulentasociedad en la que vivimos actualmente. Sin embargo, la visión que le da Estrada al México actual es un poco sombría, pues no toda la sociedad está como lo figura en la película: un país sin remedio y sin ningún tipo de deseo de cambio. ¡Claro que México tiene remedio! No todo está perdido. Primeramente se debe dejar atrás ese pensamiento pesimista de la perdición total del país y cada ciudadanodebe comenzar a adoptar actitudes positivas y éticas, en las que respeten a todas las personas con las que se habita dejando en el olvido las acciones corruptas y la búsqueda de atajos. Además, se debe adaptar a lo que dice la ley, cumplir con el deber y evitar el ejercicio del poder sobre los demás para el beneficio propio.
El abuso del poder, es algo que también corrompe sociedades, tema queEstrada deja muy en claro en su largometraje, pues a lo largo de la película, se va observando como este abuso puede hacer que las consecuencias no tengan límites. Desde el poder ejerce Doña Mari (María Rojo) sobre Don José Reyes (Ernesto Gómez Cruz), el cual causa la matanza de todos los panchos (ocasionando la decapitación de éstos), hasta el despotismo que cometen los matones sólo por tenerbien sobornadas a las autoridades. Todo esto es algo que nos es totalmente familiar, siendo habitantes de una ciudad que tiene el concepto de justicia social por los suelos, otorgándoles esa clase de oportunidades de saltarse las leyes a muchos ciudadanos (con camionetonas, claro está).
También el mismísimo jefe del narcotráfico ejerce su influencia sobre el presidente municipal, poder que...