Ensayo sobre “La vida de los estudiantes” (Walter Benjamín)
Quizás sea hoy más fácil encontrar extrañas estas palabras que representarlas en una cercanía propia. ¿Por qué? Sencillo: porque, en la práctica, launiversidad como tal, no existe. De hecho Benjamín escribe sobre la actitud de los estudiantes, diciendo que se encontraban a la saga de los profesores, que vivían en la sumisión sin crítica ni resistencia a ese estado de cosas -vivir a la saga de los profesores-, y que éste es uno de los rasgos característicos de la vida del estudiante. Es decir, para Benjamín nunca se ha demostrado con mayor claridadque los estudiantes de hoy como comunidad, son incapaces de plantear siquiera la cuestión de la vida científica y de formular una firme protesta contra la vida profesional de la época. Por lo que podemos concluir que los estudiantes estaríamos ausentes de la lucha por la elevación espiritual de la nación, es decir, por la lucha por nosotros mismos. Nos encontraríamos ausentes por la transformaciónespiritual de la nación y de nosotros mismos, dando por sentado que la educación es esencialmente conversión espiritual. Y en estas palabras encontramos un importante obstáculo en las carreras de pregrado y en todas las carreras: hoy la principal demanda del estudiante estaría dada en la ilusión que proyecta convertirse en profesional, y punto. Olvidándose por completo del Eros espiritual.Ahora bien, podemos argumentar que no está mal que los estudiantes pretendan recibirse y ser profesionales. Alguien dirá, y es un deseo justificado, “de algo hay que vivir”, o “tenemos que comer”. Sí, obviamente. Es una preocupación la de nuestro “futuro”, que la gran mayoría de los estudiantes soportamos y que nos parece válida. Además, entendemos que los modos de subsistencia son cada vez peores, yaque vivimos en un sistema político, económico y social que logra la construcción de individuos privados de las garantías básicas. Entonces podemos decir que es entendible que hoy tengamos esta universidad de estudiantes profesionales, porque las políticas educativas no incentivan otro estado de cosas más que el de la vida profesional de los individuos. Podemos decir también que esas políticas sonconsecuencia de los acuerdos con los organismos financieros internacionales que necesitan mano de obra “barata” para la consecución de sus fines de riqueza y poder; para seguir hegemonizando su poder sobre el tercer mundo, y para que quienes habitamos, estudiamos y trabajamos en él, seamos las tuercas de la maquinaria primer mundista. Y aquí entonces una posible explicación que encontramos alobstáculo que más arriba mencionábamos: el estudiante profesional, ausente de la lucha por la elevación espiritual del país, que no se reconoce como instrumento de una maquinaria profesional y mercantilista. O, si se reconoce, no le importa demasiado o no alcanza para producir efectos que provoquen cambios.
Por lo tanto estamos en condiciones de desmentir un mito que recorre los pasillos de la...
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