Ensayos

Rafael L. Cabrera-Collazo, Ph.D.

Introducción:
A fines del siglo XIX fue muy propio dentro de la parte oeste de la Cordillera Central de Puerto Rico la desaparición de los pequeños propietarios frente a la concentración de tierras en manos de los grandes hacendados, y el detrimento de las cosechas de subsistencia y la cría de ganado debido a los excesos del monocultivo cafetalero. Latendencia de la zona centro-oriental, en cambio, apuntaba hacia la diversificación agraria y el desarrollo de una economía complementaria. Dicha situación produjo que en ambas áreas se registraran patrones distintos en cuanto a la calidad de vida y la alimentación se refiere.
De ahí que este ensayo aborde algunas características socio-económicas de un municipio de la región centro-oriental,Corozal. Por otro lado, observaremos cuál fue el impacto económico del régimen norteamericano en los albores del siglo XX, tanto en el mundo del café como en pueblos con economías de subsistencia. De esta manera, tendremos un visión más amplia sobre las rupturas que precipitó así como las continuidades que amparó la invasión norteamericana en 1898, y cómo el pueblo corozaleño se insertó en lahistoria económica del país con un modelo diferente respecto a la tradición del monocultivo decimonónico.
Los recursos documentales principales utilizados son: los Catastros de fincas rústicas y urbanas, las Actas de Contribución Territorial, los Protocolos Notariales, los informes gubernamentales bajo el régimen norteamericano, entre otros.





El aroma económicamente embrujador delcafé y el olvido de la buena dieta

A fines del siglo XIX el ambiente agrario puertorriqueño quedó impregnado por las ventas del aromático grano del café. Amparado por los exigencias del mercado internacional, en la segunda mitad de la centuria dicho fruto comenzó a cotizarse como producto de exportación de moda. En el último tercio del siglo, los precios del café superarán a los delazúcar y convertirán a la zona centro-occidental de la Isla, área geográficamente idónea para el cultivo cafetalero, en una capaz de registrar los más altos poblamientos, el mayor impulso económico y muchas de las mejoras en los medios de comunicación.[1]
Cabe aclarar, sin embargo, que toda esa bonanza encerraba una notable disonancia. Los hacendados productores del café jamás desarrollaronuna base material sólida. Por ejemplo, el financiamiento de sus haciendas estuvo controlado por los comerciantes-prestamistas, en su mayoría peninsulares, quienes compraban el café para revenderlo a casas comerciales más poderosas, y de ahí al Exterior.
Por otra parte, si bien los comerciantes-prestamistas controlaron el crédito local, en el mercado internacional la capacidad del sectorcomercial para imponer condiciones en la exportación del grano era nula.[2] El mercado del café puertorriqueño dependerá de su cotización como grano selecto y de arreglos arancelarios en las Metrópolis europeas, más que de la cantidad producida.
Fuera de estas consideraciones, debemos preguntarnos sobre otras tareas agropecuarias, como lo son el cultivo de los frutos menores, la cría de ganado y laindustria tabacalera. Dentro del inmenso mundo decimonónico del azúcar y el café hemos perdido de perspectiva el papel desempeñado por aquellos como productos para la exportación y el consumo local.
Sabemos que los monocultivos azucarero y cafetalero tuvieron su impacto negativo sobre el agro nacional. Entre 1820 y 1897, las cuerdas dedicadas a cultivos de subsistencia se redujeronconsiderablemente de 205,701 a 93,500.[3] Como resultado, desde fines de los 1880, hubo que importar alimentos como habichuelas, papas, maíz, arroz, entre otros.[4] Por otro lado, en el mismo período se registra una escasez de carnes en Puerto Rico.[5]
Como consecuencia, gran parte de los campesinos puertorriqueños -los trabajadores y sus familias- la cual no gozaba de los beneficios de las...