ESCUELA DE TRADUCTORES
La diversidad cultural y lingüística que convivía en Toledo durante la Edad Media (compuesta por mozárabes, cristianos y judíos) facilitó durante los siglos XII y XIIIel funcionamiento de la Escuela de Traductores, gracias al impulso del monarca Alfonso X el Sabio. Se traducían obras del árabe o del hebreo a la lengua latina sirviéndose del romance castellano oespañol como lengua intermedia.
Bajo su reinado se inició la etapa de las traducciones de tratados de astronomía, física, alquimia y matemática. Toda aquella amalgama de conocimiento se tradujo en lacreación de obras como el Libro de las Tablas Alfonsíes, traducciones de Azarquiel, Ptolomeo o Abu Ali al-Haitam, o de tratados recreativos como libros del ajedrez, dados, tablas y cuentos. Lastraducciones pasaron del latín al castellano en esta época.
Algunos de los copistas de mayor relumbrón fueron el segoviano Domingo Gundisalvo, que traducía al latín obras de astronomía y astrología, oextranjeros como los ingleses Roberto de Retines, Adelardo de Bath, Alfredo o Daniel de Morlay: el italiano Gerardo de Cremona, o los alemanes Hermann el Dálmata y Herman el Alemán.
Gracias a la laborde todos estos autores, el legado científico y literario de origen árabe y griego consiguió introducirse en las universidades extranjeras de Europa Occidental. La lengua castellana se enriqueció de unnuevo y nutrido léxico, permitió agilizar su sintaxis y se hizo apta para la expresión del pensamiento.
En la actualidad, la antigua Escuela de Traductores de Toledo se ha transmutado en uno de...
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