estoy en la altura




Estoy en la altura, he llegado a un cultivo de mora. Decidí en la mañana salir a trotar un rato y ya había escuchado días atrás de un paraje que llamaban la escalera, donde se las personas van a hacer ejercicio. Pensé, por las posibles descripciones que había recibido, se trataba de una cancha, tal vez de futbol, de colegio, tal vez muy parecida a la del colegio San Simón, en la partetrasera del mismo, o tal vez, a la cancha de la escuela normal superior, tal vez porque ahora vivo en un barrio peligroso (¿algún barrio no lo será?); Sin embargo y para sorpresa mía, el lugar era completamente distinto y así me lo mostraron una serie de carteles que advertían la presencia de algunos programas de Cortolima allí, algunos de la alcaldía directamente y otros, que revelaban las virtudesdel deporte, me hablaban de “apuéstale a vivir sano”. Me encontraba en una zona de reserva en términos de la protección de parajes de vital importancia para las reservas hídricas de la ciudad. Subí por las escaleras que anunciaban la incursión hacia la montaña, caminaba parajes sitiados por gran vegetación con rasgo de selva y montaña alta y reconocía un ascenso rápido. Finalmente y sobre losúltimos tramos del camino hecho de piedra, reconocí, me encontré a cerca de 1390 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m). Llegue hasta donde la ruta para deportistas lugareños así lo determinaba, un paraje cercado por un aparente mirador, que me permitía ver que nada se podía ver porque todo estaba nubado efectivamente, como parecía estarlo abajo en la ciudad.

Al no sentirme agotado totalmente(aunque en los últimos tiempos no haga gala de dotes atléticos), y sumado a ello la semi-lluvia que caía, decidí seguir adelante. Me encontré de pronto caminando un camino de herradura, visitando por momentos casas campesinas, estaba en uno más de los parajes montañosos de la cordillera central. Pensé en lo agradable que resultaría traer amigos, tal vez por lo cerca que se encontraba del colegiodonde trabajo, tal vez por lo cerca de la ciudad. Pensaba en lo fructífero de este tipo de ejercicios, de lugares y de situaciones, rodeados por un paisaje tan bello, aunque hoy fuera un día de lluvia, como no pensé al salir de casa, dado que ya había llovido la noche anterior y en la mañana solo hacía frio.

Transite la montaña arriba con la esperanza de encontrarme una de las fuentes queanunciaban los carteles de abajo, me encontré de pronto en caminos de filo de montaña, tenía a mis lados zonas de ganado. En tiempos normales (entendiendo esto como tiempos más benignos) sería un lugar fresco, soleado en la mañana con sombras repentinas gracias a la vegetación y con algunas zonas escarpadas, pero siempre con la brisa montañera, más, de una montaña muy verde. Me abordaron pensamientos ysentimientos de conservación que me hicieron retomar algunas efímeras prácticas de otros tiempos cuando recogí el empaque de una bolsa de agua en el camino, reconocí la importancia del lugar, señale la buena disposición de sus gentes que me indicaron con franqueza (como corroboro ahora que escribo estas líneas) el lugar donde me encontraba y el camino que me esperaba, que me regalaron algunas frutasy que siempre respondieron a mi saludo.

De pronto me encontré, tras desear el encuentro con el preciado y ahora mítico elemento, en medio de un moral, me encontraba a buena altura al parecer y saque el empaque de mi bolsillo allí; luego de violar la cerca de púas, tome algunas de las moras que se encontraban ya maduras, si hubiese pensado solo en el moral, habría creído que el verano nuncahabía pasado por allí. De pronto me encontré al final del camino, pues ya no se podía pasar a través de las entradas que indicaban propiedad, aunque viera la continuación, del que transitaba, en otro aparentemente. Me encontraba con la misma sensación de haber acabado con la travesía y ahora solo me conformaba con las moras que llevaría a casa, de repente, la historia se repite


La historia...