Estudio Sobre La Aplicación Del Principio De La Primacia De La Realidad Respecto De Formas Elusivas De La Normatividad Laboral Como La Simulación Y El Fraude A La Ley

ESTUDIO SOBRE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE LA PRIMACIA DE LA REALIDAD RESPECTO DE FORMAS ELUSIVAS DE LA NORMATIVIDAD LABORAL COMO LA SIMULACIÓN Y EL FRAUDE A LA LEY

CONCLUSIONES:

• A través de la investigación realizada, se ha podido determinar, que si bien la máxima del principio de la primacía de la realidad no se encuentra incorporada de manera expresa y objetiva en nuestraConstitución, ni en nuestro Código del Trabajo, la Jurisprudencia ha contribuido a su positivización. Ahora, la falta de profundización en su estudio, impide que este sea utilizado en su verdadera dimensión, puesto que en la práctica, generalmente ha sido utilizado, simplemente en contra de los casos de simulación contractual, cuando sus bondades permiten ir más allá, pudiendo desentrañar la existenciade la relación laboral en casos verdaderamente complejos en los cuales de manera deliberada, a través de varias “maniobras legales” se ha pretendido ocultarla.

• Existe animadversión por parte de los administradores de justicia laboral, en lo que tiene que ver a la intromisión de un determinado lineamiento en la valoración de la prueba, defendiendo su potestad de valorarla conforme a las“reglas de la sana crítica”, denominación genérica, que se recoge en el Código del Trabajo y en el Código de Procedimiento Civil, pero que en ninguno de los dos cuerpos normativos se especifican, cuáles son y en qué consisten, por lo cual nuevamente hay que acudir a la jurisprudencia y la doctrina para comprenderlas, pero que en simple explicación se traducen en la libertad del juez para comparar yponderar las pruebas, prefiriendo las que “a su criterio” tengan mayor relevancia.

• El pretendido o efectivo incumplimiento de obligaciones patronales, a través de la simulación y el fraude a la ley, si bien es cierto, que en la mayoría de los casos es resultado de un propósito deliberado por parte de los empleadores, también es consecuencia del desconocimiento. No se ha fomentado en nuestropaís una cultura de respeto a la ley, pero por sobre todo, de respeto al derecho y la dignidad ajenos, en este caso, de quienes por su condición económica inferior, se ven avocados a poner a disposición de otros su fuerza de trabajo, como único medio para honestamente conseguir el sustento.

• Si bien necesariamente la justicia debe ser renovada, dicha renovación debe hacérsela por medio deprocesos selectivos verdaderamente transparentes, resultado de los cuales solo las personas más aptas y probas sean quienes ocupen cargos de alta responsabilidad como la magistratura. En el caso específico de los administradores de justicia laboral, la sociedad debe exigir excelencia, ya que a mi manera de ver, son los jueces del trabajo quienes tienen a su cargo la alta responsabilidad decoadyuvar a la preservación misma del derecho del trabajo, procurando, a través del uso del principio de la primacía de la realidad, el imperio del ordenamiento jurídico laboral ya que éste es el único verdaderamente idóneo para regular las relaciones entre quien preste un trabajo personal subordinado y quien se beneficie del mismo.

• La facultad de dilucidar sobre la existencia o no de uncontrato de trabajo o relación laboral, conferida a los jueces de esta materia, aunque a primera vista resulte simple, en realidad refleja un problemática que llega a tocar las fibras más profundas del derecho, ya que significa confrontar la autonomía de la voluntad privada con el orden público laboral, y en esta confrontación, el principio de la primacía de la realidad se constituye en baluartefundamental para hacer prevalecer, aquello que la sociedad juzga indispensable para su existencia, la protección del trabajo humano subordinado; trabajo subordinado, que no puede conseguirse de ninguna otra manera que no sea a través del cumplimiento de las normas laborales, mediante el establecimiento de la relación jurídica laboral.

• La evolución de la sociedad misma, el neoliberalismo y...