Etica como amor a uno mismo
Ya que vamos a tratar de ciertos aspectos de amor propio, permítaseme referirme a la genealogía de este libro en mi vida.
La primera vislumbre, de que necesitabaescribir este libro, lo tuve en enero de 1969 en la cárcel madrileña de Carabanchel. Era durante el primer estado de excepción de la dictadura.
La superpoblación de presos políticos, hizo que nosviésemos mezclados con los delincuentes comunes y se planteo el iniciar una protesta para exigir que nos reunieran a todos en una sola galería. Uno de los primeros debates, que comenzaron a sopesarse lospros y contras del asunto, salto del argumento que me hizo rechazar la reivindicación propuesta, después de todo nosotros estábamos allí por razones distintas a las de los otros reclusos.
Pues como medijo un compañero: “Nosotros hemos actuado por el bien de los demás mientras que los demás obraron por egoísmo”. Inmediatamente sostuve que jamás había tenido el ofensivo mal gusto de hacer nada porlos demás (dije: he hecho cosas con otros, nunca por otros) y siempre actué guiado por el más estricto interés propio.
Como yo no formaba parte de ningún partido, ni grupo organizado, era solo comoun ácrata light, mí salida de tono se cargo a cuenta del voluntarismo que entonces me caracterizaba. Fue en la enfermería de Carabanchel a inicios de febrero cuando leí por primera vez la “Ética deSpinoza” y aun conservo en mi ejemplar el papelito que autorizaba su lectura.
Mi consejo es que cuando deban ir a la cárcel nunca olviden esa obra realmente liberadora.
La segunda ocasión que se mepuso el tema en frente fue muchos años más adelante. Con motivo de un debate sobre “la izquierda, hoy” coincidí con José Luis Aranguren en un salón de pamplona. Durante mi respuesta comente que lapostura política de izquierda solo contenía egoísmo bien entendido, el interpelante protestó y Aranguren medió para asegurar que mis palabras eran sin malicia y que por supuesto de lo que se trata es...
Regístrate para leer el documento completo.