Ezln
Su lucha, a la que se puede dar un seguimiento de la mano de sus seis declaraciones políticas, se puede expresar con tres planteamientos mínimos que van de lo local a lo global:
1. La defensa de derechos colectivos e individuales negados históricamente a los pueblos indígenas mexicanos.
2. La construcción de un nuevo modelo de nación que incluya a lademocracia, la libertad y la justicia como principios fundamentales de una nueva forma de hacer política.
3. El tejido de una red de resistencias y rebeldías altermundistas en nombre de la humanidad y contra el neoliberalismo.
Primera Declaración de la Selva Lacandona
Inicialmente, en la Primera Declaración de la Selva Lacandona, el grupo insurgente, amparándose en el Artículo 39º de laConstitución Política de México, planteaba el derrocamiento del entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, bajo la acusación de que en las elecciones de 1988 "había usurpado el puesto de primer mandatario tras un fraude electoral de enormes proporciones" y, con ese mismo supuesto, declaraba la guerra al Ejército federal llamando a los poderes Legislativo y Judicial “a restaurar la legalidad y laestabilidad de la Nación deponiendo al dictador”.[5
Segunda Declaración de la Selva Lacandona
Para mediados de 1994, el EZLN tenía ya un variado intercambio epistolar con personalidades no sólo del ámbito político; sino, especialmente, con hombres y mujeres del mundo del arte y la cultura. Así, el discurso zapatista pronto se vio plagado lo mismo de citas y alusiones a escritores como LeónFelipe, Federico García Lorca, Paul Valéry, Miguel de Cervantes, Bertolt Brecht, Sor Juana Inés de la Cruz, Eduardo Galeano, William Shakespeare, Manuel Vázquez Montalbán, entre otros; que de poesía, en verso o prosa, que recuerda a libros como el Chilam Balam o el Popol Vuh.
La sensación de que se estaba en medio de una guerra en Chiapas, donde el Ejército federal tenía apostados según loscálculos más conservadores 12 mil efectivos y centenares de retenes y bases de operaciones militares, se había ido diluyendo en la opinión pública al grado de que de un momento a otro se esperaba la firma de la paz. El gobierno, a pesar de las acusaciones de estar militarizando la llamada "zona de conflicto" y de extender la presencia castrense a lo largo y ancho del territorio nacional, fue recuperandoparte del control político de la situación, de modo que no se veía ningún obstáculo serio para la realización de las elecciones federales de ese año. El EZLN, por su parte, había hecho de los Diálogos de Catedral el escenario de una de sus acciones propagandísticas más importantes hasta ese momento.
Pero la crisis política terminó por hacerse manifiesta y daría paso a un episodio que vendría atrastocar todo aquello: la tarde del 23 de marzo, el candidato priísta a la presidencia de la República, el ex secretario de Desarrollo Social durante el sexenio salinista, Luis Donaldo Colosio Murrieta, sería asesinado en Lomas Taurinas, una colonia de la ciudad de Tijuana, al norte de México. El asesinato se dio en medio de una serie de equívocos que terminarían por desvelar la complicidad de...
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