Fago t4
Recuperación, Detección y Titulación de Fagos T4r Mediante el Método de Placas de Lisis
Introducción Los bacteriófagos T han sido modelos en el desarrollo de la genética moderna y la biología molecular desde los años 40. Muchos investigadores han usado los bacteriófagos y sus distintos grados de complejidad para obtener información genética y fisiológica con experimentos relativamente simples. Los bacteriófagos T2 y T4 fueron fundamentales para comprender muchos procesos biológicos. Entre ellos, el reconocimiento de los ácidos nucléicos como material genético, la definición de gen por análisis de mutación, recombinación y de función, la demostración del código genético como tripleta, el descubrimiento del RNA mensajero (mRNA), la importancia de la recombinación en la replicación del ADN, mecanismos de reparación, restricción y modificación del ADN, entre otros (Millar E, et al. 2003). Los virus T4 son colifagos de morfología binal con una copia única de ADN de doble cadena y con una complejidad estructural extrema que consta de: una cápside, una cola contráctil, una placa basal asegurada a la parte distal de la cola y unidas a esta placa basal: fibras cortas y pequeñas (Figura 1). Los fagos T4 pertenecen a la familia Myoviridae, cuyos integrantes tienen la capacidad de infectar Escherichia coli B. El genoma de este virus (168.903 bp) tiene 289 ORFs y 8 genes de tRNA. Se han caracterizado más de 150 genes, de los cuales sólo 62 parecen ser ʺesencialesʺ (Mesyanzhinov V, et al. 2004). Los fagos silvestres se han designado de acuerdo a la notación Demerec y Fano (1945) por números precedidos por la letra T (para Tipo). T se ha vuelto una designación genérica para los fagos que actúan en E. coli B. Los números han clasificado los fagos de acuerdo a sus características serológicas y morfológicas y van de 1 a 7 (T1‐T7) (Abedon ST. 2000). Los bacteriófagos T emplean una poderosa estrategia para maximizar el número de partículas virales en una población susceptible de E. coli (Doermann AH. 1948; Hershey AD. 1946). Esta estrategia se basa en poder controlar el tiempo en el cual ocurre la lísis, en respuesta al número de partículas virales en el medio con el objetivo de maximizar el uso de su hospedero actual. Las células son inicialmente infectadas con una sola partícula de fago y a 37°C con buena oxigenación, lisan de 25 a 35 minutos después de la infección, liberando un orden de cientos de partículas por célula. Eventualmente la relación entre partículas liberadas a células no lisadas excede 1, en este momento las células son infectadas por una partícula y ʺsuperinfectadasʺ por partículas adicionales. Cuando el intervalo entre infección y superinfección es de 3 o más minutos, las partículas ʺsuperinfectantesʺ ya no lisan a la misma velocidad (Doermann AF. 1948; Abedon ST. 1992). Este fenómeno es llamado inhibición de lisis (LIN).
Figura 1. A: Micrografía electrónica del bacteriófago T4. B: Componentes estructurales de una partícula de T4. (Adaptado de Miller E, et al. 2003) Una consecuencia de este fenómeno es que los bacteriófagos como T4 forman placas pequeñas con halos turbios. Sin embargo, los fagos T pares (T2, T4 y T6) son capaces de mutar y generar fagos sin LIN. El tipo silvestre (r+) es capaz de formar placas pequeñas con halos turbios en ensayos de placa, mientras que el tipo mutante (r), forma placas grandes con halos claros. Otra característica que distingue los fagos (r+) de los (r), es que el tiempo requerido para observar la lisis en un cultivo es mayor para el mutante r. En esta práctica, se realizará la recuperación y purificación del fago T4r mediante la ...
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