Fe Y Razón

La fe en la encíclica fe y razón
En los albores del tercer milenio la Iglesia vio lanecesidad de explicar una vez más la relación entre fe y razón. Ante la pluralidad ideológica actual la Iglesia presenta a la fe como don, y a la vez como necesidad para que el hombre pueda adentrarseen el misterio de la Revelación; sólo la fe hace capaz al hombre para dar su asentimiento a Dios que se revela. Aquí es donde entra la relación entre fe y razón: la fe ya no se presenta como unarespuesta forzada al dato revelado, como un asentimiento ciego para razón, tan absolutamente trascendente que la razón se es inepta para entender la grandeza del misterio. La fe ahora es presentada comola capacidad que tiene el hombre para aceptar a Dios que se revela, pero ahora ya no es una fe ciega, sino una fe que, ayudada por la razón puede comprender y dar sentido a lo Dios absolutamente otropor su infinita bondad ha querido revelar al hombre. El hombre que busca la verdad es el mismo que cree, de manera que no se puede hacer una dicotomía entre fe y razón; el hombre al buscar la verdadno puede hacerlo sólo con los medios que le proporciona la razón, sino que debe ser iluminado por la fe para no desviarse del horizonte que le ofrece Cristo, la Verdad plena. Lo mismo puede suceder conla fe, una fe que evita toda ayuda de la razón corre el riesgo de caer en el fanatismo y degrada la dignidad de la persona verdaderamente capaz de creer para entender y entender para creer. Cristo esel camino, la verdad y la vida, es el auténtico revelador del Padre; en él la palabra divina se hace palabra humana para que el hombre pueda acceder al misterio de Dios.
El mundo contemporáneonecesita de auténticos testigos de la Verdad, para que, a ejemplo de Padres de la Iglesia puedan mostrar que la verdad que enseña Cristo en su persona no es ajena, mucho menos contradictoria al hombre,...