Ficciones fundacionales
Me percataba de que el amor y el patriotismo evocaban en mí sentimientos similares: una
urgencia simultánea de pertenecer y de poseer.
La relación entre la novela y los cimientos nacionales de América Latina. Latina, al leer el aparte de Benedict Anderson sobre cómo los individuos modernos “pueden, deben, y ‘tendrán
una nacionalidad, a la par que un género”, pensé de nuevo en jugar al ser o no ser.
Pero la América que me interpelaba como niña no era la del contrato cívico, sino la de ese
enjambre de acentos alrededor de un centro cultural vacío. Deseábamos la satisfacción de ser
nacionales en la misma medida que deseábamos estar enamorados. El canon literario del siglo XIX da cuenta de la inversión apasionada que ese yo/nosotros tenemos en el nacionalismo.
● El boom latinoamericano
Las nuevas novelas tienen entre sí un parecido de familia único, suficiente como para
elaborar una lista de características comunes que incluyen una disminución o dispersión del
control del autor y una incesante experimentación formal, técnicas destinadas a quebrantar la
rigidez de la narrativa tradicional.
En muchos países, la productividad nacional creció desde mediados del siglo XIX hasta el
período populista de la industrialización, como resultado de la política de sustitución de
importaciones puesta en práctica durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las potencias
extranjeras estaban demasiado atareadas como para exportar artículos de consumo e impedir
así el desarrollo local mediante el suministro de bienes manufacturados.
Cuando la Europa Occidental y, para entonces principalmente los Estados Unidos, estuvieron
otra vez listos para inmiscuirse en los asuntos internos de América Latina, y para impulsar la
producción y exportación de bienes, el optimismo populista se desvaneció y la lógica lineal
del desarrollo económico se alteró para ir a dar al callejón sin salida del subdesarrollo
permanente.
Pregunta
¿Qué lastre de hábitos narrativos, qué premisas subyacentes pesaban en ella como para expli
car este rechazo tan rotundo?
● Tradición positivista. (Los proyectos nacionales)
La atracción era prácticamente visceral y provocada, en mi opinión, por un rasgo
extremadamente llamativo que había pasado desapercibido: la retórica del erotismo que
organiza las novelas patrióticas.
Las parodias del Boom, sus refinadas ironías y su tono lúdico, son el caso típico de una eterna
negación destinada a producir el efecto contrario de reconocimiento, de tal manera que esos círculos viciosos narrativos exponen la frustración del escritor así como la desilusión con la
idea del progreso. Cuanta más resistencia se opone al romance nacional, más irresistible se
vuelve.
Algunos escritores que habían circunvalado la historia en las décadas de los sesenta y setenta
empezaron a experimentar con nuevas versiones de la narrativa históricade. Este retorno a
una tradición reprimida puede haber despertado cierta curiosidad por las ficciones que el
Boom había relegado deliberadamente, quizás incluso una voluntad para entender y sentir esa
cualidad apasionadamente política de las novelas latinoamericanas precedentes.
Las ficciones fundacionales que el Boom resistía, sino también a toda una tradición de
resistencias. El concepto de novela nacional apenas necesita explicación en América Latina;
se refiere a aquel libro cuya lectura es exigida en las escuelas secundarias oficiales como
fuente de la historia local y orgullo literario;
Sólo añadiré que medio siglo después se sentirá nuevamente el peso de los ...
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