Filosofia

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Sin filosofía no hay educación |

—Douglas Stuart Howay—
Managua |
Lo somero en los actos de gobierno está bien reflejado en la nota aclaratoria del MECD sobre el asunto de la Filosofía y laEconomía como materias de estudio en intermediaria.
Reconoce el Ministerio que por años los programas han estado recargados de materias, que ha habido «integralidad» (integración) en la enseñanzade materias afines, que los ejes de la enseñanza de las ciencias sociales deben ser la Geografía y la Historia y que allí estarán los contenidos importantes de la Filosofía, que son deficientes elcurrículum y la enseñanza y que el enfoque que se ha dado a la enseñanza de la Filosofía ha sido «tradicional, teórico y abstracto», entre otras cosas.
No se requiere de argumentos. Si la enseñanza de laFilosofía anda mal, ello se debe a que es responsable de elaborar los planes y programas, de diseñar el currículum —en especial lo concerniente a la metodología— de supervisar y evaluar la forma detrabajo de los maestros, de capacitarlos, para evitar esos males, no ha sabido hacer su trabajo. Es decir: el Ministerio de Educación.
Para evitar polémicas digamos que las Universidades han tenidoalgo de responsabilidad no por enseñar impropiamente la materia y su didáctica, sino por no anticipar los defectos del Sistema Oficial y no forzar a sus estudiantes de educación a presionar desde abajopara hacer las correcciones del caso. Aunque algunos profesores que han tratado de hacerlo no han tenido éxito y son reprendidos por apartarse de los lineamientos oficiales.
Lo más grave es que elMinisterio ha estado tratando de conseguir ese cambio, aparentemente sin lograr nada. ¿Dónde está la causa? Marginando las de origen social y económico, aunque tengan su peso, en un mal manejo de laeducación pública.
Ahondando en la importancia de la Filosofía como materia de estudio y como instrumento para pensar y estudiar, nos encontramos con dos funciones de aplicación ineludible:
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