Francisco I. Madero
Paramuchos, Madero era el “Apóstol de la Democracia”, pues había dedicado su vida política a combatir el poder absoluto y a promover la democracia y la libertad, entendida como “ausencia de coerción ycomo igualdad ante la ley”.
Durante sus escasos 15 meses en el poder ejecutivo gobernó respetando la Constitución de 1857. Confió en que “la vida pública mexicana mostrara madurez democrática y usararesponsablemente la libertad”.
Pero, el presidente revolucionario no sólo enfrentó la oposición de Zapata, sino que padeció otras tres rebeliones: las de Bernardo Reyes, Pascual Orozco y Félix Díaz.Madero se encontraba aislado políticamente, sin un claro respaldo partidista en un clima político poco institucional. La oposición había inculcado, en buena parte de la opinión pública, ladesconfianza y el recelo contra él: “no cumple sus promesas”, “no reparte las tierras”. Un grupo de políticos desplazados del poder, nostálgicos del autoritarismo, incitó lo que se conoce como la DecenaTrágica, que comenzó la madrugada del 9 de febrero de 1913, cuando el general Mondragón partió de Tacubaya para liberar a Félix Díaz y Bernardo Reyes, mientras que los Aspirantes del Colegio Militarinvolucrados en el cuartelazo tomaron Palacio Nacional, aunque inmediatamente el general Lauro Villar lo recuperó. El 18 de febrero, un grupo de empresarios capitalinos —entre ellos Ignacio de la Torre yMier, yerno de Díaz— declararon su fidelidad a Huerta. Ese mismo día, Gustavo A. Madero, hermano y asesor del presidente, fue arrestado y torturado hasta la muerte. El 22 por la noche los llevaron rumbo ala penitenciaría, donde se les ultimó a traición.
Para algunos, Madero fue un político ingenuo; para otros fue un mártir. Al margen de la brevedad de su gobierno, su legado es enorme y de gran...
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