FranZ Kafka
A fines de 1914, Kafka escribe "La colonia penitenciaria" y comienza la redacción de El proceso. El tema de la justicia resume todos los sentidos que había concretado en sus relatosanteriores.
Kafka ya ha decidido que su literatura se situará en el límite de un universo donde el absurdo y lo arbitrario se convierten en normas fundamentales; pero un absurdo y unaarbitrariedad minuciosamente legisladas para que asuman las apariencias de lo verosímil y lo posible, a la vez que se constituyen en principio inapelable frente al cual fracasan trágicamente todos los intentosde la razón o el buen sentido.
En última instancia, este proyecto kafkiano es sólo una traslación simbólica del mundo enajenante y en crisis en el que estaba viviendo. Así como se han hechoinnumerables exégesis de Kafka según las variadas claves espirituales, místicas y teológicas, nada puede desautorizar una interpretación que acerque su obra a los términos de realidad e historia.
Dentrodel proyecto kafkiano existe, en primera instancia, el objetivo de definir lógicamente aquello que por su naturaleza misma es irracional, inhumano, con frecuencia salvaje: conocía bien la burocraciade la monarquía austríaca, ese enorme aparato simulador de justicia, de jerarquías cristalizadas e inmutables. Esas mismas jerarquías son las que Kafka define, en su literatura, como una pirámideen cuya cúspide reside el inapelable y desconocido Tribunal Supremo. Y en esa postulación de existencia -la del Tribunal Supremo- residen los resortes y las trampas de la arbitrariedad y elabsurdo.
En el relato "La colonia penitenciaria", el condenado ignora que ha sido juzgado; tampoco se le ha brindado la oportunidad de una defensa y ni siquiera posee la posibilidad de la palabra. Parael oficial, que asume los poderes de juez y ejecutor, "la culpa es siempre indudable".
La obsesión del oficial de esa colonia perdida en el desierto no es explicar ante el explorador visitante los...
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