Frontera

Metáforas emocionales de la frontera
La concepción de la frontera como ruptura se construye con base en el parte aguas histórico de 1848. Junto con la perdida de la mitad del territorio comienzan a propalarse imágenes que aluden a la ruptura, la mutilación territorial, la herida abierta o la fractura.
Junto a la imagen de la ruptura se desarrollo el concepto de “perdida”, el cual implicabamucho mas que los territorios “vendidos” como parte de los tratados de paz de Guadalupe hidalgo.
La perdida también entrañaba una condición de incertidumbre.
Para los pobladores que habitaban los territorios que quedaron en poder estadounidense y que decidieron reubicarse al sur de la de la nueva frontera.
De esta manera, ruptura y perdida fueron dos elementos que marcaron la percepción que,desde México, se tenía de la frontera.
Después de un largo periodo marcado por vejaciones y disputas recurrentes, la oblación mexicana abrió nuevos espacios en el escenario estadounidense; para ello tuvo que reeditar su propia génesis y renombrar al mundo incorporando muchos de los elementos lingüísticos del ingles, en una compleja relación de integración y resistencia hacia la cultura anglosajonadominante y en un entorno de relaciones sociales marcadamente racistas.
La colindancia fronteriza se convirtió en objeto de consideraciones estereotipadas que la vinculaban a una condición de incontinente extranjería. Son muchas las frases que propalan estas ideas, como la que se le atribuye a Porfirio Días: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.
El norte, a pesarde todo, no era territorio perdido. Durante mucho tiempo la herida se mantuvo lo suficientemente abierta para reconocer el vinculo cercano, familiar y propio en el otro lado, que también era parte del México previo a la guerra.
Las nuevas condiciones de vida de la población mexicana que quedo al norte de México implicaron procesos complejos de cambio y resistencia cultural. La poblaciónfronteriza del norte de México desarrollo formas culturales diferentes de la de otras regiones del país. Desafortunadamente, muchas veces tales diferencias se vieron como expresiones de entreguismo cultural, apocamiento o pérdida de la identidad nacional.
La desigualdad social entre los dos países y los contrastes niveles de vida fueron el acicate para importantes procesos migratorios enmarcados en unclima de racismo. Los elementos visibles de tales desencuentros fueron adquiriendo sentido en la figura de la traición. La supuesta traición del chicano y del mexicano que había emigrado para el norte adquiría rasgos característicos como la ostentación de l prosperidad económica lograda, las costumbres derivado de la convivencia con “los gringos”, los relatos (frecuentemente inventados) sobre lavida y los éxitos obtenidos en el norte , la experiencia de “ haber estado ahí”, en el lugar odiado y anhelado donde “ se barren los dólares”.
Con este conjunto de elementos se construyo la imagen de la traición, que encontró su mejor expresión en el concepto de “pocho”, regionalismo sonorense proveniente de la lengua opata, que significa “corto” o “rabón”, y cuyo derivado pòtzico, significa“cortar la hierba”, “arrancarla con todo y sus raíces”. El pocho se convirtió en la imagen estigmatizada de una población que supuestamente había perdido su identidad nacional, que se había contaminado en los Estados Unidos, que se había agringado, que había traicionado a los suyos, que había sucumbido ante los causantes de la mutilación, la perdida y la herida abierta.
Muchos migrantes queregresaron a sus lugares de origen portaban marcas de estigma que los identificaban con las construcciones estereotipadas de los “pochos”: en la lengua, el vestuario o las costumbres.
Nervo concluye: “Los confines de una nación no están allí donde la geografía política los marca, sino allí donde vibra la última palabra del idioma.
La construcción estadounidense de la frontera ha estado plagada de...