harold pinter el amante

El amante

Harold Pinter

El amante
Harold Pinter
Un hotelito en el campo cerca de Windsor.
Arriba un dormitorio de dos camas.
Abajo, cuarto de estar y hall con salida a la calle.
Richard está metiendo sus papeles en una carpeta. La cierra y pasa al hall.
Sarah está arreglando unas flores.
Él la besa y la mira sonriendo. Ella también sonríe.

RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARDSARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH

(Sonriente.) ¿Viene hoy tu amante?
¡Humm...!
¿A qué hora?
A las tres.
¿Vas a salir o te vas a quedar en casa?
... Supongo que nos quedaremos.
¿No quieres ir a esa exposición?
Sí quiero... pero prefiero quedarme aquí.
Mumhumm. Bueno, tengo que marcharme.
¡Humhumm!...
Entonces... volveré como a lasseis.
Sí.
Que lo pases bien.
Eso espero.
Adiós.
Adiós.

(Él sale. Ella continúa con sus flores. Oscuro. Por la tarde. Sarah se está cambiando de vestido. Se arregla
el pelo. Se atiranta las medias. Baja la escalera. Se mira al espejo del hall. Mira el reloj. Son las tres y
diez. Va a una cómoda y de un cajón saca un bongo y lo coloca con cuidado junto al sofá del cuarto de
estar. Vuelve amirarse al espejo del hall. Se mira los zapatos. Sube al cuarto y los cambia por otros de
más alto tacón. Baja y coge una revista. Mira su reloj de pulsera. Enciende un pitillo y se sienta a ojear
una revista. Cambia de postura. Se recuesta. Suena el timbre de la calle. Se levanta y va a abrir. En el
momento de abrir. Oscuro. Atardecer.)
(Sarah está sentada con una copa, en la sala. En la radiohay música francesa ligera. El bongo ha desaparecido. Entra Richard vestido como se fue por la mañana. Deja su cartera en el hall y entra en el living.)
(Sonriente.)
SARAH

Hola.

(Va a servirle un whisky. Coge el vaso.)
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH

Hola.
¿Quieres un whisky?
Sí, gracias.
¿Cansado?
Un poco.
¿Mucho tráfico?
No hasido de los días peores.
Pues llegas más tarde que otras veces.
¿Es más tarde?
Un poco.
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El amante

RICHARD

Harold Pinter

En el puente había un taco. ¿Y tú, qué has hecho?

(La música de la radio acaba y un locutor empieza a hablar en francés. Sarah se levanta y se apresura a
cortarlo. Después va a la mesa de las bebidas y se sirve. Él la mira ir y venir.)
SARAH
RICHARD
SARAHRICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD

Mumm. Esta mañana fui al pueblo.
¡Ah, sí! ¿Fuiste a ver a alguien?
No; almorcé allí.
¿En el pueblo?
Sí.
¿Bien?
Bastante. Nada mal. (Se sienta.)
Y qué tal esta tarde. ¿Lo has pasado bien?
¡Ah, sí! Maravillosamente.
¿Por fin vino tu amante?
Sí. ¡Claro!
¿Le enseñaste las hortensias?

(Ligera pausa.)
SARAHRICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH

¿Las hortensias?
Sí.
No. No se las enseñé.
¡Ah!
¿Tú crees que debí haberlo hecho?
No, no. Creía recordar que me había dicho que le interesaba la jardinería.
Sí, mucho. (Pausa.) Bueno, no sé si le interesa tanto...
¡Ah! (Pausa.) ¿Salieron o se quedaron en casa?
Nos hemos quedado.
Ya. (Mira las persianasvenecianas.) Esas persianas no están bien subidas.
No. Están un poco torcidas.

(Pausa.)
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH

Hacía calor en la carretera. Y eso que ya empezaba a caer el sol. Bueno, imagino que
aquí también habrá hecho calor. En Londres era asfixiante.
¿Ah, sí?
Asfixiante. Debe haber hecho calor en todos lados.
Sí, ha hecho una temperatura muy alta.
¿Lo han dicho por laradio?
Me parece que sí.

(Corta pausa.) (Cogiendo su vaso.)
RICHARD
SARAH
RICHARD

¿Quieres otro antes de cenar?
¡Munhm!
¿Bajaste las persianas?

(Llena los vasos.)
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH
RICHARD
SARAH

Sí; las bajamos.
Hacía muchísimo sol.
Sí; terrible.
Lo malo de esta habitación es que da el sol de plano. ¿No se fueron a otro cuarto?
No. Nos quedamos aquí....