Harry Potter

“HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE: PARTE II”
(Estados Unidos, 2011 - Dirección: David Yates)

Recomendada para: Mujeres, fans de la saga, público juvenil, si quieres saber en que diablos culmina la aventura del joven mago más famoso de todos los tiempos, etc.
No recomendada para: Detractores de Harry Potter, puristas del libro, si esperas demasiado de la película, etc.Calificación: 3/5

“Todo Termina”… con esas palabras, el acérrimo fan de la saga sabe exactamente que es lo que se va a encontrar y dispara sus expectativas después de más de una década viendo crecer en pantalla a Harry Potter (y por tanto, a Daniel Radcliffe), tras comprobar como cada entrega era más oscura, más siniestra y menos infantil que la anterior, hasta derivar en una conclusión tenebrista (y enningún caso para todos los públicos) en la que el brujo se enfrentará finalmente a su sempiterno enemigo, Lord Voldemort.
Sólo puede quedar uno. O ninguno. Y los millones de seguidores de las sagas, tanto cinematográfica como literaria, lo saben.
Siguiendo la estela de siete episodios (o seis y medio) que marcaron tanto una época como un fenómeno cultural, llegamos al último capítulo de la trama,donde tras el sepelio de Dobby, nuestro protagonista de 17 años parte junto con sus amigos, Hermione Granger (Emma Watson) y Ron Weasley (Rupert Grint), en un peligroso viaje por Inglaterra para encontrar los horrocruxes (objetos que contienen los fragmentos del alma del Señor Tenebroso, garantizando su longevidad) para destruirlos. Pero el camino no será fácil, pues el lado oscuro adquiere máspoder con cada minuto que pasa y las lealtades serán puestas a prueba en esta última aventura.
Digámoslo de una vez: para quienes habían acudido a presenciar el desenlace de la historia del más famoso niño mago de todos los tiempos, este final era un momento especial, porque les suponía la despedida de un personaje que, en muchos casos (bastaba con ver la edad de los presentes en la sala), leshabía ido acompañando, en sus sucesivos capítulos de infancia y adolescencia. Esta película era diferente porque, más allá de posibles precuelas o secuelas (por ahora desmentidas por J.K. Rowling), esta era realmente la definitiva. Una vez dicho esto, hay que reconocer que la historia de Harry Potter, al menos en su traslación a la gran pantalla, parecía haber entrado en un ‘puja y afloja’ quellegaba a exasperar. El cénit llegó con David Yates, director de las últimas tres películas, quien aún contando con tramos espléndidos no estaba a la altura de la expectación creada.
Las principales aportaciones de Yates a la saga de Harry Potter han sido, sobre todo:
1.- Un progresivo trabajo estético para envolver sus películas de tiniebla y lúgubres matices, paisajes desangelados que adivinanla llegada de una Edad Oscura.
2.- Dotar a estas escenas de una contención narrativa más cerca de la pausa que de la prisa, hasta el punto de coquetear con el tedio y reducir la trama hasta el mínimo esencial que permite exploraciones más atmosféricas.
3.- Confundir la compleja y tortuosa configuración psicológica de sus personajes con la severidad excesiva, con una total ausencia de humor,elemento recomendable incluso a la hora de abordar un Apocalipsis Mágico.
4.- Devastar una saga que, en teoría, ‘avanza’ con ímpetu hasta hacer de su último capítulo no sólo el más esperado, sino el más ‘completo’.
En concepto, esta segunda mitad del último episodio funciona como perfecto complemento de su anterior: la pesadumbre ambiental da paso al fragor de la guerra, las encrucijadas personalesdan pie al destino asumido de cada uno de los personajes, la cacería de objetos y conocimientos se encumbra a su conclusión… no obstante, el problema es que Yates, por primera vez en cuatro películas, decide dar rienda suelta a un furor narrativo bajo un sinfín de atropelladas ‘visiones’, flashbacks e interrupciones diversas durante la batalla, las cuales amenazan con desesperar al palco de...