Hegel
Afortunado pues, aquel que desde el primer momento ha sido llevado de la mano de aquel pensador que responde a su propia e inconsciente concepción del mundo: creo (creo), que ese, en potencia, será el filósofo.
Con una idea semejante se inicia la Introducción a la Fenomenología deEspíritu de Hegel: “Es natural pensar que, en filosofía, antes de entrar en la cosa misma, es decir, en el conocimiento real de lo que es en verdad, sea ponerse de acuerdo previamente sobre el conocimiento, considerado como instrumento que sirve para apoderarse del absoluto...”[1]
Un hecho, cuando ese hecho es percibido, que a la vista del lego podrá pasar por curioso (no obstante en el fondoes resultado de un debate ideológico), es que cuando se estudia la historia de la filosofía en un texto idealista; el pensamiento materialista desaparece, y es apenas una variante “empirista” o “muy racionalista”, del mismo idealismo entendido como toda y única filosofía. El materialismo, por su parte, centrará gran parte de sus esfuerzos, no sólo en elaborar su identidad, sino, sin negar elidealismo, sí establecer claramente sus diferencias con éste. Una explicación que le damos (y que se la damos desde nuestra posición materialista), es que con ese hecho, por su parte, el idealismo no sólo gana en una posición de fundamento científico al absorber posiciones materialistas, sino elimina simultáneamente al adversario teórico e ideológico; tanto como el materialismo, por su parte, sedespoja del mito, y al mismo tiempo somete a crítica a su adversario teórico e ideológico.
A nuestro juicio, si bien se ve en las raíces de la historia del pensamiento filosófico, así como la vertiente de la filosofía idealista tendrá su origen o fundamento en el pensamiento mágico-religioso; la vertiente de la filosofía materialista será, por su parte, el ateismo, y con él, el fundamento delpensamiento científico. De una parte será el mundo subjetivo de las ideas; de otra, respectivamente, será el mundo de los hechos objetivos. Y hasta donde entendemos, a más de veinticinco siglos de historia del pensamiento filosófico, esas dos posiciones –¡no obstante Hegel!– siguen aun irreductibles.
Paradójicamente, entre los extremos de la teoría del conocimiento del inmanentismo metafísicohegeliano, y elreflejo objetivo de la realidad objetiva dialéctico materialista del marxismo, está, precisamente, la fenomenología.
El común diccionario de la lengua nos define el concepto “Fenomenología” como: “Estudio filosófico de los fenómenos, que consiste esencialmente en describirlos y describir las estructuras de la conciencia que tiene que ver con ellos”. En suDiccionario de Filosofía,Abbagnano así la define a su vez: “La descripción de lo que aparece”. José Ferrater Mora nos da la misma definición: no se trata de dictaminar –dice– si los contenidos de la conciencia son reales o ideales, sino de “examinarlos en cuanto son puramente dados”. Finalmente, el diccionario marxista de Foroba, explica el concepto aludiendo a la “ de la conciencia (su orientación al objeto)...”....
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