Historia De La Enfermeria De Costa Rica

La isla que somos

(Azofeifa, 1996, 21)

El costarricense que viaja y el extranjero que nos visita hacen la misma frase: «Ésta es una isla en el mundo». Pero este país no es una isla, no una tierra en medio del mar, sino una nación, un país hecho de sustancia distinta de los demás que componen el mundo.

Por lo pronto, está situado en esa zona en que el istmocentroamericano se adelgaza más y más descendiendo hacia la cintura del Continente donde el canal de Panamá muestra su herida abierta. El nombre del país es paradojal, pues su vida no está en las costas, que las tiene en ambos océanos. Y estas costas son las más pobres y abandonadas.

Más de la mitad de la población del país vive encerrada en el refugio amable de la Meseta. Cuando el costarricensehabla de su tierra está pensando en la que va del volcán Irazú a los cerros del Aguacate; del volcán Poás a los cerros de Bustamante. Aquí, junto con la capital del país, a sólo 15 ó 20 kilómetros las demás, se agrupan las demás provincias. Las tres restantes, periféricas, no cuentan. El costarricense las visita como turista y los políticos también. Pero es que hay razón: toda la historia delpaís, durante tres siglos de coloniaje español y siglo y medio republicano, se desenvuelve, primero, en el escenario de bosques, plantaciones de tabaco, campos de trigo, siembras de caña y, luego desplazando aquellos cultivos, a partir del siglo XIX, todo ocurre sobre el fondo verde del cafetal, fundamento económico de la oligarquía de costumbres rurales, republicana, liberal, chata, miope y de vuelocorto que ha gobernado el país. Campesinos, en fin, con un miedo esencial a la aventura del progreso.

(Azofeifa, 1996, 22)

“…otros seis se acomodan como compacto rebaño para el ordeño diario de la lluvia, y que es una lluvia con horario fijo.”

… y establece, para el goce de la mirada y la calma de la sensibilidad, el color verdeazul del paisaje, que enerva y adormececomo un aroma venenoso.

(Azofeifa, 1996, 23)

En suma, un pueblo sin sentido trágico de la existencia.

El conductor de la lucha victoriosa del año de 1856 contra los negreros sureños encabezados por William Walker, el que salva a Centroamérica con su loca decisión de enfrentar a los mercenarios un pueblo desarmado y sin experiencia guerrera, ese mismo acaba fusiladoapenas cuatro años después por los comerciantes de la capital, alguno de ellos incluso pariente del ajusticiado.

Los creadores de nuestro Estado, Ramírez y Carrillo, han sufrido también la pena de la desmemoria, de desacato valorativo, al que el hombre costarricense condena a sus grandes creadores, como si, incapaz de hombrearse por estimación de sí mismo, con las cimas humanas de sucultura, las condena por oscuro rencor de una sociedad de medianías al purgatorio de los frustrados.

(Azofeifa, 1996, 24)

Resulta entonces que somos un pueblo que sufre de pueril satisfacción de sí mismo. Su insularidad – hallazgo verbal de un joven escritor -, le pone a cubierto de deprimente sentimientos de minusvalía. Por esto mismo, tiene un goce ingenuo y generalmente un pocogrosero, aldeano, del humor.
Le gusta la anarquía, la informalidad, el desorden, que confunde con libertad. Por eso le carga el orden, la disciplina, la jerarquía. Cuando aparece uno de esos caracteres que ordenan, disciplinan, jerarquizan, lo admira, pero no lo imita. Por esto mismo, confunde todos los valores o mejor, no le preocupa carecer de de una escala de éstos. Todo lo contrario, lamejor actitud es negarlos, decapitarlos con el choteo, con la risa mostrenca del resentido, del desconfiado, del tímido, del oscuro vengador de su propia incapacidad de grandeza. Por esto viene a ser su humor, broma pueril y burda y choteo.

…carece de impulsos y de metas; de ambiciones a las cuales aplicar su voluntad. Todo lo contario, no le importa tener poco, hacer a medias lo que...